Se me desgarra el corazón de tanto extrañarte. Ya no sé que escusa inventar para no correr a verte. Se me abren las entrañas por esta injusta distancia que no en metros pero en unidades más duras nos separa.
Me enfado, me odio y te odio y puedo llegar a odiar hasta la vida misma. Hasta que muerda tu boca y me recojan tus brazos, en los que necesito pasar el resto de mis días.
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No puedo, me importa nada el todo, me sudan las obligaciones, siempre me moví por pasión y ahora que se me fué, fría y automática, me siento incapaz de moverme.l
Nunca fue tan facil no enfadarse, dar lo imprescindible para parecer bueno y a cambio de nada, porque nada me importa todo, nada me llena, nada me satisface y protocolizo mi amor. Nunca pensé que lloraría mi muerte, pues comatoso mi cuerpo anda y habla, pero seca mi alma se la llevó un viento en remolinos de arena.
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Cansada, derrotada y perdida,
bajo el llugo de la soberbia,
las espinas de manipulaciones agrias,
quemada, condenada, absoluta,
con la voluntad perdida por supervivencia,
ansiando el final de mis días,
asustada y rendida,
pero con un último aliento para gritar,
acallado por la culpa de venir con tara,
deforme de pensamientos, sentimientos y lágrimas,
No hay aire en mi carcel, ni luz y sin embargo ando prestandome a deseos caprichosos de mi guardian para el bien y el mal, por el resto de mis dias. Cuidado con lo que deseas.
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Cruzamos los brazos ante la muerte, y con paso lento la seguimos, pensando que esta vez no nos tocó a nosotros, quizas sentimos más dolor que si así hubiera sido, pero nunca mas terror. En manada recorremos un último paseo junto a ella, solo unos minutos más de pose antes de correr a la vida farsa y sin sentido donde nos escondemos de su brutal justicia, hasta el próximo paseo, que no querremos saber si será nuestro último paseo y sean otros los brazos cruzados tras la estela del olor de nuestras preciosas flores.
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Los locos son esas personas que se niegan a ajustar su libre voluntad de hombre a un mundo que nos obliga a ser máquinas sin voluntad propia.
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Casi a la mitad de mi vida me vengo a dar cuenta de demasiados errores. Resulta que todos tienen razón cuando de dar instrucciones se trata, que a más nadie tengo que contar nada, salvo a cada uno de todos ellos, todos son mis consejeros, protectores, amor verdadero y confidentes, a todos debo algo y con todos me porte mal muchas veces. Lo mejor es que además todos piden, atención, respeto, lealtad, y religiosa entrega de mi alma. Y por supuesto todos se enojan si no se lo doy. No puedo desear ya la muerte y tampoco deseo la vida. Si existe algún Dios solo deseo, no ser como todos ellos..
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PARANOYYYAAAS (pajas mentales)
SpiritualIdeas, sentimientos, según me duele el alma o me acaricia la vida. Algunas bonitas frases para mandar de regalo y muy pocas ganas de trabajar. Esputos de mi fragilidad y un final absurdo. No es sencillo adentrarse en una mente enferma e intentar co...
