No era una princesa de cuento, ni vestía como tal
Estaba en otro mundo, quizá con Alicia en Wonderland
Ella mantenía su rumbo, reunirse con Peter Pan
Limpiaba como Cenicienta, al mundo de suciedad
Parecía Blancanieves, en una plena oscuridad
Mulán era su amiga, para luchar y vengar
Amaba tanto París, como el Jorobado de Notre-Dam
Pero fue la Sirenita, quién le enseño a soñar
Rugía como el Rey León, sin apenas gobernar
Solo quería hacerse oír, a Mudito preguntad
Esta es la historia de una princesa, que sin serlo consiguió
Vivir su cuento de hadas, sin caperuza o lobo feroz.