Y aquí estoy...
Pensando en qué palabras usar, buscando una forma en cómo describir esas ideas que día a día logran llevarse mi felicidad.
Trataba de concentrarme pero no parecía dar resultado alguno, toda mi atención está siendo depositada en escuchar la típica discusión que mantienen mis padres a esta hora.
Cuando yo tenía alrededor de seis años, mi padre viajó al sur del país por motivos de trabajo, en ciertas ocasiones nos visita. Antes me sentía muy emocionado cuando me enteraba que él iba a venir, no importaba si se quedaba solo dos o tres días, era feliz con tan solo poder verlo, pero ahora no me importa si nos visita o no, ya no causa nada en mí, es como tratar de reanimar a una persona que ya está muerta, ya nada podrá llenar todo el vacío que me dejó durante tanto tiempo... Años en los que necesitaba una figura paterna, un compañero de aventuras y un verdadero mejor amigo.
No hay otra persona que pueda llenar el vacío que mi madre esconde en sus ojos, ni nadie más que pueda hacer que ella logre olvidarse de todo y sea feliz por unos cuantos minutos. A menudo los adultos tienen tantas preocupaciones que se olvidan de ser felices y sonreír de vez en cuando.
Desearía ver a mi mamá así todos los días de mi vida, sería feliz con ese hermoso panorama...
En ocasiones siento que la culpa de que ellos sean infelices solo soy yo..
Bien mi mamá me lo dijo cuando era pequeño...
-"Solo viniste para malograr mi vida"- Muchas veces las palabras son más dolorosas que los golpes y a diferencia de ellos, se quedan marcadas para toda tu vida. Se los pido, cuiden sus palabras, cuando estamos molestos tal vez decimos todo lo que se nos viene a la mente. Por favor.... Conserven la calma... No resolveremos nada insultando o hiriendo a alguien. Tan solo respira , ríe, llora...
Por tan malo que había sido para mí escuchar esas duras palabras que me marcaron para siempre, mamá tenía razón, en su vida ya había sufrido lo suficiente como para tener que aguantarme, cómo para tratar de esforzarse por llegar a mí, tomarse un tiempo para entender mis raros pensamientos y en estudiar mi extraña forma de ser.
Mis padres pudieron haber vivido tranquilos y alegres, más no afectados por la distancia, tratando de darme "una mejor vida" cuando su felicidad está en juego.
