寂しい 神様

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Inmensa sobre mi te colocas ahora haciendo ver tu divinidad, haciendo visible tu superioridad me llenas de tu lujuria egoísta, postrado ante ti observo brevemente tu dulce silueta.

<<No dejes que juegue contigo, déjala ir>>. Esas palabras resuenan en mi mente mientras me desvanezco suavemente sobre tu pecho, estaba claro que ella no me necesitaba, solo era una distracción, una breve atracción novedosa en su mundo el cual cada vez era más inmenso ella acostumbrada a verlo todo sobre nuestras cabezas como una espectadora, ella necesitaba vivir...

¿Como no se iba a cansar? ¿Una diosa?, Imposible.

Un martilleo en mi cabeza me hace abrir los ojos, ya no estoy cubierto bajo tu suave dulzura, fueron momentos cálidos los cuales no volverán nunca más.

Mi mente se parte en dos, no puedo avanzar, estoy atrapado en una cárcel infinita colocada sobre mi mente y mi corazón, los enormes barrotes me impiden ver más allá. 

Trato de reemplazarte y nada es igual, al parecer era una diosa egoísta y necesitaba mi vida... Trato de alcanzarte pero es en vano, nunca podré volver a estar a tu lado, a caminar cogiendo tu mano, a besarnos el alma...

Pero que me podía esperar, si yo soy solo... Humano.

Miel SecaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora