SOTUS: Dame tu Corazón

Capítulo 11

Historia de: @quinnH1001

Traducido por: JCM

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Kongpob estaba sentado solo en la cafetería.

Las miradas se habían apagado, la gente parecía haber pasado a otro chisme. Su mente era un desastre y no sabía qué hacer. Quería darle una explicación a Arthit, pero ¿cómo iba a explicarse a sí mismo? Cualquiera que sea la excusa que se le ocurra terminaría lastimando a Arthit de todos modos.

Kongpob no estaba seguro de lo que había pasado esa noche. Él tampoco tenía forma de averiguarlo. Cómo se suponía que debía decirle a Arthit que no recordaba si se había acostado con otra persona, que casualmente se parecía a el. Eso sólo hará que Arthit se sienta peor.

Kongpob no había tenido noticias de Arthit durante semanas. Entonces Arthit no tenía una razón para hablar con él. ¿Por qué lo haría? Kongpob había pisado su corazón como un monstruo sin corazón. Fue su culpa haberle prestado atención a Pen. Mientras faltaba Arthit, intentó verlo en Penchan. En lugar de hablarle a Arthit sobre sus sentimientos, él estaba siendo distraído por otra persona, todo fue por su culpa. Hundió la cabeza entre las manos y en su confusión había logrado herir a otras dos personas.

"P' Kongpob?"

Kongpob dejó escapar un suspiro y levantó la cabeza, "Sí N 'Penchan."

"¿Estás bien?"

"No es asunto tuyo N'."

"¡Soy tu novia! ¡Por supuesto, es asunto mío!"

"No recuerdo haber aceptado ser tu novio N 'Pen," Kongpob comenzaba a sentir que su rabia aumentaba. Solía ​​ser sensato, pero desde hace poco, todo lo desalentó.

"P 'Kongpob, ¿por qué sigues diciendo eso? Tenemos todos los motivos para estar juntos. Simplemente no quieres admitirlo."

"Pen ... no te amo, nunca lo haré ... ya le he entregado mi corazón a alguien más. ¿Por qué quieres estar con alguien que no te ama?"

Pen lo miró enojada, "Deberías haberlo pensado antes de tenerme atrapada en tu cama P 'Kongpob."

Kongpob tragó saliva, se le vinieron a la mente relámpagos de un sueño recurrente en el cual besaba a Arthit. Sus labios no habían tenido lo suficiente, quería cubrir cada centímetro de Arthit. Pero en el sueño Arthit lo había empujado, no recordaba nada más, estaba sin palabras.

Con los ojos brillantes de ira, Pen bajó la voz, "Caminas diciéndole a la gente que asuma la responsabilidad de sus acciones, que sea honorable. Pero cuando se trata de ti, solo son palabras vacías. No hables solo de la charla, sino camina la caminata. Tienes suerte de no haberme quejado con el decano o peor aún la policía por violación P 'Kongpob. Piénsalo bien." Ella se levantó de su asiento, "Te veré por aquí."