Danza.

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Entre multitudes de completos desconocidos, con los murmullos desesperantes, justo ahí en medio de la laguna de falsedades, de temores, pensamientos y sentimientos que jamás conoceríamos o que no suelen interesarnos...nuestras miradas decidieron cruzarse. Y entre el suplicio que embargaban nuestros corazones nos entendimos, nuestras almas se despojaron de sus baúles para danzar torpemente.
Pasos temerosos, a veces acelerados, manos tímidas que regalan caricias en un intento de acallar nuestros miedos, intentando evitar que nuestra cobardía separará el vaivén de nuestras caderas, justo ahí, decidimos aprender no sólo a danzar, sino también a practicar el arte de amar sin tocarnos, solo contemplando en silencio, a callando nuestros pensamientos para cuando nuestras almas decidieran volver a danzar...
Por que aun cuando tu odiabas bailar, podía sentir el cosquilleo de tu cuerpo por seguir mis movimientos y esas ansias por besarme el alma...Pero nunca sucedió.

DeliriosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora