Desigual

Parte 1

'Han pasado varios siglos para mi, y yo sigo aquí, pudriéndome en la desesperación. Lo único que me mantiene viva es la esperanza de encontrar a esa persona, a la que tanto he estado esperando...'

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Desde qué nací he estado cargando con la desigualdad en este mundo. De haber sabido que nacería de esa forma preferiría no haberlo hecho nunca.

Siempre he odiado todo sobre mi misma. El largo de mi ondulado y oscuro pelo, la perfecta simetría de mis brillantes ojos, el contraste de mis labios carmesí con mi blanca piel, y la delicadeza de mi frágil y delgada nariz. Mi verdadero ser se encuentra oculto detrás de esa máscara perfecta reflejada en mí, y no hay nada que yo pueda hacer para evitarlo.

Debido a mi físico la gente nunca se ha interesado en conocerme más a fondo, en conocer a la persona que realmente soy. Todos parecen complacidos con pensar que soy tan sólo una cara bonita. Nadie nunca se interesó en mis gustos o preferencias, y sin embargo siguieron allí, fingiendo ser amigos míos.

Envidio tanto a las chicas feas, las envidio demasiado. Los hombres no se centran en sólo su físico, ellos intentan conocerlas más a fondo porque sienten que todavía no están satisfechos.

Quería aprender de ellas, quería que me dijeran el secreto para hacer que un hombre realmente se interesara en el interior. Pero ellas nunca quisieron contármelo; siempre parecieron mostrar señales de odio hacia mí, aún cuando yo no les había hecho nada.

Con el paso del tiempo comencé a alejarme de todas las personas que querían estar conmigo, comencé a quedarme sola. Tenía la idea presente de que ellos sólo querían estar conmigo por la forma en la que me veía. Las chicas siempre parecían molestarse cuando uno de los chicos guapos me hablaba, es por eso que decidí no volverle a hablar a uno. Pero eso no pareció ser suficiente para conseguir su perdón. Ellas nunca pudieron aceptarme.

Pasaron los meses, los años y las décadas. Llegué a tener la esperanza de que con la vejez las cosas quizá podrían llegar a cambiar. De qué al fin podría conseguir la igualdad que tanto deseaba. Pero durante todo ese tiempo no pude obtener ni una sola arruga, nunca. Mi pelo no se puso canoso y mi piel no se pudo descuidar. Mientras que a las otras chicas las visitaban los años, la vejez nunca tocó a mi puerta.

Al final terminé cansándome de las personas, cansándome de la vida. Decidí irme a vivir sola, excluida totalmente de la sociedad. Y comencé a pudrirme en un ambiente lleno de odio y desesperación. No tenía sentido seguir viviendo mi vacía y miserable vida. Después de todo, nadie nunca pudo cumplirme ese único deseo mío.

Nadie nunca pudo aceptarme.

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'No me gusta esta vida, ya no quiero seguir sufriendo. Alguien, por favor... sálveme. '