Prologo.

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Mis días siempre eran pesados, despertar con los gritos de mi madre y de mis hermanos era algo sumamente tedioso, cuanto daría yo por levantarme con esas típicas mañanas de libros con esas aves cantando, con el bello resplandor del sol entrando por mi ventana y que todo fuera solamente tranquilidad, pero lamentablemente mi realidad era otra y yo solo debía aceptarlo y callarme para no llevarme unos buenos regaños.

Pero todo cambiaba cuando ponía un pie en el instituto, y veía a mis mejores amigos Caroline, Daniel y Charles... El chico que me gustaba desde que empezamos la secundaria pero nunca se lo había dicho a nadie y mucho menos a él, hasta que el día de mi cumpleaños número 15 todo cambio porque creía que él me podría corresponder, pero vaya que era estúpida! Un chico como él nunca podría voltear ni a verme, yo solo era una chica para nada relevante y él era prácticamente uno de los chicos más lindos del instituto según toda la población femenina de este.

Charles y yo nos hicimos los mejores amigos en nuestro 3er año de secundaria, y se integró así al grupo que tenía con Caroline y Daniel, a ellos ya los conocía porque estudiamos la primaria juntos. Desde que conocí a Charles yo había tenido cierto flechazo por él, pero solamente fue eso ya que él se volvió novio de una de mis amigas más cercanas y según una de las reglas de oro de las amigas "Los novios de las amigas no se ven ni se tocan" por lo tanto, me conforme con solo conocerlo y pedirle los apuntes, hasta que en nuestro segundo año quedamos en cursos separados y nuestros encuentros fueron casi nulos.

Pero luego, él termino con Isabelle y un año después volvimos a quedar en el mismo curso y lo conocí mucho mejor, me di cuenta que él y yo teníamos muchas cosas en común, nuestros gustos musicales, nuestro humor y algunos aspectos más eran muy parecidos. Me encantaba que él se riera de mis bromas, me encantaba acariciarle su suave cabello, agarrarlo de la mano, acostarme en su regazo tan cómodo así como él se acostaba en el mío, así que en resumen, ese año con él fue perfecto tanto así que caí enamorada por primera vez sin darme cuenta, lo cual fue sin duda, mi más grande error o eso creía.

Lo que callan mis labios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora