-¡Vamos sigue contando!
-Esta bien...
* * *
Mystoria habia bajado un poco mas tarde, habia sido salvado por la orden del gran maestro, acerca de recibir severos castigos.
Habia llegado al coliseo todos estaban por retirarse, Cardinale ya era de costumbre que llegara, dando su típico saludo.
-Bien, ¿Que mas puedo esperar de ti? -pregunto.
-Te asombraras... Porque seré yo quien me acerque y descubra la verdad -dijo demostrando una sonrisa.
-¡Oh! Entonces quieres decir que nuestro querido investigador sabe una manera de como tratar al bicho escarlata -dijo sonriendo.
-Si, aunque... No soy un investigador, admito que adore la lectura mas no soy de esos -dijo.
-Mystoria eres muy curioso, puedes ser realmente inocente en algunos casos, solamente y no te vayan a lastimar -dijo con tranquilidad.
Mystoria miro al doceavo guardián, lo miro confuso aunque para pronto se dedico a pensar. No paso ni dos minutos cuando sintió aquella misma sensación de observación, buscó con la vista pero no obtuvo nada en absoluto.
Se dirigió a las gradas esperando al Octavo guardián, era muy confuso, sus nervios eran un poco evidentes... Se sentía observado. Sin previo aviso bajo su vista, para pronto sentir un cosmos, alzo la vista con rapidez, encontrándose al pelirrojo en medio del coliseo, entrenando muy duro.
-¿Como demonios llego ahí? -se preguntó Mystoria en susurro.
Mystoria no habia sentido si presencia, ni siquiera lo vio llevar, como era eso posible. Miro los entrenamientos del pelirrojo, algo se removía en su pecho solamente se limito a sacudir su cabeza en negación, se puso de pie y se dirigió hacia Ecarlate.
Ecarlate seguía con su entrenamiento, escuchó la voz de Mystoria, aunque este parecía no prestarle atención.
-Ecarlate, estuve pensando anoche, me gustaría tener un duelo contigo -dijo. Pero el pelirrojo parecía no escucharlo, seguía tan sumido en sus entrenamientos -¡Se que me estas escuchando! Por eso quiero una batalla contigo, si yo gano, pasaremos una semana juntos quiero saber de ti, pero si yo pierdo, jamás me meteré en tus asuntos, ni vida -finalizó mirando al escorpión quien ahora le daba la espalda.
Ecarlate se detuvo, seguía pensando ante aquello, se giro hacia Mystoria, se encaminó hasta quedar enfrente del acuariano. El pelirrojo era un poco mas alto que el acuariano, aun así no le importaba detonar una seriedad en absoluto.
-Acuario, ¿Que tanto quieres saber para que me dejes en paz? Odio la presencia de cada uno de mis compañeros -respondió secamente.
-Lo se, las pocas veces que hacemos misiones sueles ir sólo, pero ahora quiero que sepas que teniendo este encuentro y si el vencedor es uno de nosotros hará lo que he propuesto -dijo Mystoria.
Ecarlate dio un suspiro de fastidio, de mala gana acepto aquello, Mystoria sonrío enormemente, ya sabia lo que debía hacer, solamente comenzaría con sus ataques.
La batalla dio inició, ambos dispuestos a pelear con suma tranquilidad.
-¡POLVO DE DIAMANTES! -grito Mystoria mientras lanzaba dicho ataque.
Ecarlate esquivo con rapidez, sabia que tenia que derribarlo, solamente eso, pero el Escorpión escarlata, era muy rápido, sus ataques ante el eran lentos. Habia recibido un golpe en la parte fe sus piernas obligándolo a caer, sabia que el octavo guardián no seria tan fácil, esquivo como pudo aquel golpe quien término por ser clavado en el suelo.
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Saber de ti [Ecarlate y Mystoria]
FanfictionMystoria es un santo de oro, su posición ser el onceavo guardián, posee una compostura fría, habia casos en que era amable, también su enorme inteligencia hacia verlo más curioso a cosas extraños. Cosa que habia un único santo que era el mas extra...