Viaje de Nicole a su país

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Viaje de Nicole a su país

Había pasado la clase de Ballet, era la misma clase del Lunes solo que menos tiempo y más se dedicaba al equilibrio de las bailarinas. Y para tener equilibrio una de las cualidades más importantes es la concentración, lo cual para Nicole fue su peor enemigo.

-Tienes que irte a Argentina, ver a todos y despedirte de tu mamá.

-Sí, guapa. No vale de nada que te quedes acá.

-Pero, ¿ustedes creen que me dejen? Hace ya cuatro días que han empezado las clases.

Nos quedamos pensativas en el silencio de mi habitación. Estábamos cenando cuando se nos ocurrió esa idea. La verdad, cenando no era la palabra. No teníamos hambre y pedimos una ensalada de frutas. ¿A nada?

-Tal  vez si le decimos a Julio, él puede convencer a Brandelli para que te deje ir.

-¿Vos crees eso?

-¡Claro! Julio nos puede ayudar. Y ya sé quien es la que tiene que hablar. - dijo Gaby mirándome a mí, Nicole también me miró, pero con una cara de tristeza. Asintió.

-¿Por qué yo? - pregunté sorprendida.

-Creo que está más claro que el agua por qué te elegimos, ¿no?

Me tapé los ojos y luego apreté una almohada contra mi cara. Suspiré. Las miré otra vez. ¿Acaso tienen buena suerte las personas con el corazón hecho de mantequilla? Un decir.

-¡Está bien! ¡Está bien! Hablaré con él. Mientras, Nicole pueda irse a su país, lo haré.

-Gracias, nena. - dijo ella con una tímida sonrisa.

Me paré y salí de mi habitación, bajé hasta la oficina de Brandelli. ¡Rayos! Ella estaba ahí. Y si hablaba con ella, no la dejaría ir por nada del mundo a Nicole.

Fui a recepción y pregunté por Julio y me dijeron que no estaba. ¡Maldita sea! ¿Por qué a mí? Caminé por las aulas, los pasillos y nada... ningún rastro de Julio. Hasta que lo vi saliendo del ascensor en compañía de... ¿mi enemiga? ¡Bah! Sofía.

Me acerqué a él casi corriendo pues el curso de Lenguaje se acercaba.

-Julio, necesito hablar contigo. - dije casi con el corazón acelerado. Pero, ¿por qué? Son sentimientos que no sabemos porque miércoles aparecen en el corazón.

- ¡Ejem! Está hablando conmigo ahora. Tal vez mañana pueda. - dijo Sofía jalándolo a su lado.

-Mira, mamita, lo mío es más importante que una chuchería tuya. - dije muy rápido alzándole el dedo. Esta abrió la boca y estaba a punto de golpearme, pero algo estaba en medio. Julio.

-¡Tranquilisais, chicas! Sofía ya hemos hablado suficiente, creo que lo de Isel también es importante. ¿Te parece si seguimos mañana , Sofía?

Ella me miro con cara de odio y yo con cara de satisfacción. Supuse que ahora sería mi turno de hablar con Julio y así fue. Entramos a su pequeño despacho de él y nos sentamos. Él en su silla y yo, en la del cliente.

-¿Qué pasó ahora? ¿Te han botado de la clase de descanso? - preguntó bien chistosito e irónico.

-¡JA! No, no es de la clase de descanso y nada con respecto a las clases.

-¿Entonces?

-Verás... ¿recuerdas a Nicole?

Él se quedó pensativo unos segundos, largos para mí. Se echó para tras y cruzó los brazos.

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⏰ Última actualización: Jun 16, 2014 ⏰

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