El Escolta del Príncipe ♡Katsudeku♡ One-Shot

Parte Única | El Escolta del Príncipe

El Escolta del Príncipe [AU+18].:

Pronto será la boda del joven y apuesto príncipe Izuku, por lo cual, también se acerca su coronación como rey. Todos estaban felices de que su siguiente gobernador fuese esta persona llena de bondad y amor. Sin embargo, alguien no estaba del todo de acuerdo, Minoru. El envidioso primo de Izuku, quien creía que él debía ser el coronado, no ese enclenque peliverde.

Si algo caracterizaba a la familia de Mineta Minoru, era la riqueza que por generaciones habían dado las ventas y exportaciones de uvas y vinos, pero por muy ricos que fuesen, solo tenían un hijo varón, Minoru, como los reyes, Izuku. El matrimonio entre estas familias era impensable, y descendencia imposible. Por un tema similar a este, es que el príncipe debía contraer matrimonio con la princesa de un reino vecino. Y antes de esto, Izuku celebraría una última fiesta de soltero, en la mansión de sus tíos con su querido primo. Lo que el primero no sabía, es que el segundo tenía un plan para hacer pasar un asesinato como accidente, antes de la boda.

– Cariño ¿De verdad vas a estar bien? ¿No te falta nada? ¿Llevas pañuelos suficientes? Siempre son importantes, porque...

– ¡Madre! – la reina Inko, de pie frente a la puerta de salida del palacio aún sin abrir, se aseguraba que su hijo realmente estuviese preparado – Estoy bien, gracias.

– Hijo... no sabes lo orgullosa que estoy de ti... – suelta a la vez que esconde lágrimas en su pequeño pañuelo rosa de seda – Recuerda que esta será tu última fiesta como príncipe...

–...La siguiente será como rey. Lo sé. – el príncipe besa a su madre en la frente y parte rumbo al carruaje, a pie y de cerca, le siguen sus guardaespaldas novatos, mientras que a caballo irán los más experimentados.

El viaje tardaría cinco días y cuatro noches, era realmente mucho tiempo, por lo que se decidieron pausas estratégicas en el camino. La primera sería en el Campamento UA, donde los reinos aliados tenían a novatos en un riguroso entrenamiento. Así el príncipe vería de antemano el esfuerzo en las jóvenes tropas que luego compartirían escenarios sangrientos con él.

Gritos, olor a sudor y chillidos de espadas eran algunas cosas que se podían percibir desde la torre en la que se encontraban el príncipe y sus guardas Eraserhead y Present Mic. Uno de ellos se le había ocurrido la idea de poner a luchar a los novatos recién reclutados que justamente habían entrenado en este mismo campamento, uno de los cuales, el más talentoso, les estaba pateando el trasero a todos en la arena de combate. Era un todos contra los reclutados y los compañero de Katsuki habían sido derrotados, pero él seguía al pie del cañón, con raspaduras y hematomas, pero por su orgullo de acero no se dejaría vencer. La penetrante mirada de Izuku no se despegaba del rubio, notó no solo su destacable talento y esfuerzo, sino también su estructural belleza.

Ensimismado en su labor de observar y memorizar cada detalle de su soldado, ni siquiera notó que cierto azabache ordenaba traer armas y armaduras porque su príncipe bajaría a poner orden. Sin rechistar se deja preparar aún con la mente en una laguna de sorpresas, Izuku baja de la torre a la arena, donde se encuentra con los montones de jóvenes heridos y Katsuki en medio de ellos, de pie, en la espera.

Esperando. Era su oportunidad de analizar las habilidades del supuesto inmerecedor del trono y la corona del rey. Sin embargo, su aliento huyó de sus pulmones al verle de cerca. Izuku era tentadoramente apuesto, más de lo que había oído hablar de las campesinas del pueblo. Para el peliverde, la impresión no fue menos radical, sus ojos escanearon lentamente cada moretón, rasguño, mancha de sangre y gota de sudor que paseaban celosamente por la perfecta musculatura de este soldado de primera. El cuarto de segundo parecía una eternidad, mas, los gritos de júbilo del gentío les trajo a la realidad, por lo que en un intento de disimular ante el otro, levantaron sus armas en guardia para el enfrentamiento.