Capítulo 1

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Chanyeol corría a toda prisa con su hermano sobre su espalda, apenas sentía las piernas, estás le rogaban por un descanso pero no podía parar. Huir era lo indispensable ahora. Su objetivo era llegar con el alfa Kim Junmyeon y pedirle asilo, había escuchado de muy buenas fuentes que el hombre era amable y odiaba las injusticias.

Estaba rogando a todos los dioses habidos y por haber que eso fuera cierto porque él realmente necesitaba mantener seguro a su hermano, no se perdonaría si algo malo llegará a pasarle. Primero daría su vida antes de permitir algo así.

Llevaba días huyendo de su antigua manada, estaba paranoico y por las noches no podía dormir pues cualquier ruido, por más mínimo que fuera lo tenía alerta, sus energías se agotaban rápidamente ante la falta de alimento. En general, no lo había pasado bien durante este tiempo.

La manada del alfa Junmyeon estaba bastante lejos de la suya, para ser exactos estaba al otro lado de la montaña donde se encontraba su ahora antigua manada y considerando que él no era un hombre lobo en toda la extensión de la palabra todo había sido más difícil.

Cuando las puertas que daban acceso a la manada del alfa Kim aparecieron en su campo de visión, se sintió como que regresaba a la vida, claro que eso sólo fue durante unos segundos, aún tenía que estar seguro de que sería bien recibido aquí.

Caminó lentamente para no mostrarse como una amenaza antes quienes estaban cuidando la entrada del lugar, bajo a su hermano Sehun de su espalda sólo para colocarlo detrás de él en un gesto protector mientras este se aferraba a su camisa, después de eso alzó sus manos para que vieran que no traía ningún arma consigo.

—Necesito ver al alfa Kim. —Los guardias le gruñeron intentado medirlo o algo por el estilo.

—¿Quién eres? y ¿para qué lo necesitas?

—Mi nombre es Park Chanyeol, vengo a pedir refugio en esta manada. Explicaré todo con detalle al alfa si me permite verlo.

Ambos guardias comenzaron a discutir algo en voz baja mientras él continuaba esperando con Sehun aferrado a su camiseta.

—Le informaremos a nuestro alfa de tu presencia.

Uno de ellos desapareció por las grandes puertas y Chanyeol mordió su labio inferior ansiosamente, esperaba ser recibido, no tenía otra opción de donde esconderse. Su pequeño hermano estaba lo suficientemente asustado desde que se fueron de su antigua manada como para hablar demasiado, sin embargo Sehun era fuerte, siempre se mantenía al tanto de todo y cuando notaba algo extraño que el castaño no podía, entonces se lo hacía saber a Chanyeol. De hecho la noche anterior había sido así, el menor se había rehusado a dormir como él le había indicado, en su lugar hizo guardia a su lado toda la noche, manteniéndose alerta de hasta los más pequeños ruidos.

Él estaba realmente orgulloso de su cachorro.

Algunos minutos después el guardia regresó con un gesto serio, el más alto tragó en seco esperando un posible rechazo.

—Acompañenme. — Chanyeol no dijo nada, sólo tomó la mano del menor con firmeza para darle confianza y entonces siguieron al guardia.

Debía admitir que ese lugar era hermoso, aunque por fuera se veía como una fortaleza, por dentro el asunto era distinto. Las casas se veían realmente hogareñas, los niños corrían y jugaban alegremente, también podían ver a algunos adultos jugando cartas o simplemente haciendo labores de la manada.

Parecía acogedor. Un verdadero hogar.

La manada era grande pero no demasiado, podría decir que era un número justo de habitantes para que todos o al menos su mayoría se conocieran.

Humano débilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora