Cinta Roja puede ser tu vecino, hermano, papá, tu doctor o tu novio. Es como cualquier otro chico universitario, con ganas de salir adelante para tener un futuro próspero. Pero su cerebro estalla un día como cualquier otro al ver a la humanidad tan...
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Buen día mis queridos lectores. Sé que luego de que leyeran mi tercera carta, mis exterminadores han estado actuando por su propia mano, hemos limpiado muchas ciudades del país.
Llevaba casi tres meses sin enviarles cartas, eso se debe a que he estado viajando por varias partes del país exterminando a la plaga y se han dado cuenta que ya no soy el único que esta exterminando. Agradezco el apoyo que me han dado pero...creo que ya es suficiente, lo haré yo solo a partir de este momento.
Ivana Valera, ministra de las cárceles de todo el país, corrupta y una persona más que no vale la pena que siga contaminando a este mundo. Todos sabemos que ella trabaja con los presidiarios en el secuestro de personas de la clase alta para extorsionar, ha dado la voz de mando para asesinar a los que se crucen en su camino, le pagan para tener a los presos como reyes, cárceles de lujos y protección para los que tienen mayor "importancia". Con ella sí que disfruté, ella es la causante de muchas cosas malas y corruptas.
¿Vieron en los periódicos y televisión la portada de mí?
"Cintar ha vuelto y ha cobrado una vida más"
Qué buen regreso.
Quería hacerle tantas cosas, estaba muy sediento de verla sufrir. Compré suero, jeringas, vendas y demás. Creo que es primea vez que duro tanto con una plaga, con ella duré casi dieciocho días haciéndola recapacitar con tanto mal que ha hecho. Lectores, miren y averigüen quién es ella y sabrán el porqué me excedí tanto con ella.
Los primeros tres días, la esposé en un tubo grueso y ella quedaba de frente. La desnudé y la golpeaba con una tabla gruesa en las nalgas. Se orinaba encima, clamaba a un Dios que no existe para ella.
Ya al tercer día tuve que golpearla en la espalda, sus nalgas estaban tan desfiguradas, hinchadas y rotas que no sentía nada, se le durmió esa parte. Los siguientes días, la curaba, le daba de comer para que no muriese tan rápido. Le raspé a cabeza con una navaja, por eso sus cicatrices en la cabeza, las cortadas eran profundas; tardé en curarla.
Me coloqué manoplas, mis favoritas. La golpeé en la cara una y otra vez, ya parecía carne molida, su cara estaba hinchada y ensangrentada. Ya cansado de tantos golpes, dejé de curarla y agarré a "chiquitin" mi navaja pequeña, era la que más me gustaba, tenía un filo extremadamente hermoso. Le metí veintitrés puñaladas en las piernas, fue poco la verdad. Le corté un pedazo de la pierna e hice algo que nunca había hecho, pero tenía curiosidad. Agarré el pedazo de carne que había cortado de su pierna, lo pasé por un sartén y me lo comí en frente de ella. La carne humana sabe un poco ácida, pero me encanta casi cruda, cuando tiene un poco de sangre. Pobre de ella, en sus ojos se reflejaba el terror que tenía al ver aquella escena, ella solo quería que parara el dolor.
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Al final del día, me imploró que la exterminara, me dio lástima y accedí. Las acosté y amarré en una mesa, le dejé la cabeza afuera para luego echarle gasolina y encenderla. Solo se quemó la cabeza, me dio risa al verla así, parecía un malvavisco, solo que lleno de sangre y el olor no era nada parecido.
Luego de llegar a casa me puse a pensar si todo esto que hago lo valoraran, hay muchos que quieren asesinarme, cosa que no soporto. No me gustan los asesinos, sé que lo que hago para muchos es "asesinar" y eso me convierte en un "asesino" pero yo no lo veo así, la plaga se debe exterminar y eso es lo que hago.
Soy el Dios exterminador de este país y seré el Dios exterminador de este mundo muy pronto. ¿Iré al infierno? Estamos en el infierno, pero crearé un paraíso en el infierno. ¿Ya han visto cómo ha disminuido la plaga? Ya no se ve tanta delincuencia en la calle, pero todavía falta por exterminar.
Me enteré que hay nuevos encargados con el "caso Cintar" les doy la bienvenida a los oficiales y detectives: Samuel Smith, Ángela Blanco, Damián Ibero, les mando un cordial saludos a todos. Y espero no tenerlos de enemigos ya que no hago nada malo, deberían andar atrapando a escorias; no a mí.
