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Bajó las escaleras con un semblante aparentemente imperturbable. Su madre, o al menos a quién llamaba así, la esperaba con una sonrisa melancólica.

Caminaron en silencio. No se detuvieron hasta llegar a la barrera del Monte Ebott donde yacía un frasco de cristal que dejaba ver las almas de los humanos que cayeron ahí.

Ahí estaba el alma de Frisk.

Sus ojos se llenaron de lágrimas, Toriel reaccionó de inmediato alzándola en brazos.

Ya no podía más. La culpa no la dejaría. Se volvería loca. Quizá ya lo estaba.

Lo confesaría todo. No había vuelta atrás.

-Yo también la extraño.- La voz quebrada de su madre la devolvió a la realidad, no podía decírselo a ella. Toriel no merecía compartir la culpa con la que cargaba Chara.

Pero, había una persona que merecía saber la verdad.

Secreto. [Charisk] [Yuri]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora