#93+one shot

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"Complicidad"

Un otoño en octubre 2 almas que mutuamente se estaban buscando fueron heridas por la discordia entre sus familias, aunque nada habían hecho para merecer algo así eso fue lo que recibieron y fueron llamados renegados por demasiadas razones que ellos aun no comprendían pues su edad no era la suficiente como para comprender lo que ocurría a nivel familiar y mucho menos mundial pero con e tiempo lo aprenderían, y ya que habían sido olvidados por respectivas familias algo tuvieron que hacer para no morir en la desolación. Que distinto hubiera sido haber nacido en otro lugar y con otra familia que si los apreciase y quisiese como son realmente, pero lamentablemente el mundo es un lugar hostil. Ella lo entendía a la perfección pero el quiso ver lo positivo de la vida, no se cómo lo haría pero lo lograría sin dudarlo. Llegaron ambos a un orfanato cercano en donde quizá nada podía ser tan malo como parecía, se respiraba un ambiente algo tenso y amenazante así que se alejaron e el lugar sin haber visto sus rostros siquiera, un hombre alto de complexión media se acercó a la niña de apenas 10 años de edad a quien quiso llevarse consigo pero el niño que escucho su gritó de auxilio salió corriendo en su rescate, con un cuchillo que el maleante poseía y que para su desgracia había tirado el niño fue tan capaz y audaz para clavárselo en la traquea sin el mas mínimo remordimiento, sus ojos verdes parecían haber tomado un brillo totalmente distinto del que ella había visto en los demás, ese brillo parecía de algo oscuro que en su interior se estaba retorciendo pidiendo a gritos la salida, pero el niño no se lo permitía, el se calmo y la miro ahora sus ojos se veían normales, el le dedicó una tierna sonrisa mientras miraba como la comisura de los labios de la niña se habría par balbucear  algo totalmente extraño que el no alcanzó a entender quizá era porque ella estaba asustada. 

¿?: te ocurre algo? -pregunto con total calma en espera de su respuesta- Esta bien....si no quieres contestar no lo hagas. Yo soy Eren y tu? -volvió a preguntar-

¿?: Mi-Mikasa -contestó la niña aun anonadada-

Eren: Deberíamos ir a otro lugar .miró hacia arriba- va a llover y este lugar se ve escalofriante, no quiero quedarme y creo que tu tampoco, no es así, Mikasa? -preguntó con una leve y tierna sonrisa mientras veía a la niña-

Mikasa: Eh...-dudo un poco antes de responder, aun no podía salir por completo de su trance- supongo.. que si -respondió-

Los dos se encaminaron a un lugar cercano en el que podían refugiarse de la lluvia. A la mañana siguiente despertaron con demasiada hambre pero nada tenían que comer así que vagaron por las calles una media hora y aun eran las siete, una mujer de ojos color miel los miro con decoró eran muy lindos los dos, y ella al haber perdido a dos de sus hijos decidió acogerlos en su hogar, con la única motivación de hacer de ellos unas excelentes personas, a ella no le importo el anterior apellido de ninguno de los dos desde ese día los dos serían Jaeger. La mujer de ojos miel se presentó ante un tribunal para tener la custodia legal de los niños en donde salió victoriosa; Carla era el nombre de esa buena mujer que los acogió y ellos jamás lo olvidarían. Cinco años habían pasado ya desde que Carla los encontró; Eren y Mikasa se habían convertido en grandes personas que no albergaban ningún sentimiento malo hacia sus padres quienes años atrás los habían abandonado a su suerte, y por tanto si lo viesen de nuevo ni siquiera los tratarían ni mal ni bien, serían solo unos desconocidos más en su lista que ya de por si era enorme, tantos desconocidos que de Mikasa quisieron aprovecharse, y Eren siempre salía a su defensa; ellos no eran hermanos y no se trataban como tales, ya que cuando en casa no estaba Carla los pensamientos y deseos lujuriosos de ellos se apoderaban, solo ellos saben cuanta caricias han recibido uno del otro, su "madre" no lo sabía y no lo iba a saber hasta que ellos fuesen mayores de edad, pero es que es tan complicado esconder algo totalmente evidente, para ella era muy difícil no hacer oficial su relación la enloquecía y la hacia trizas, pues no entendía por que esconder algo tan importante para ambos si los dos sabían cuanto se amaban y cuantas veces lo habían dicho por as noches durante tres años. Es totalmente agobiante para ambos dos almas gemelas que harían todo por el otro pero no lo podían demostrar ya que todos en realidad pensaban que eran hermanos, una muestra de saliva demostraría que no lo son pero la habían compartido ya mutuamente tantas veces que hasta ellos mismos pensarían que es la misma, si su madre supiese de esto estaría consternada. Un verano en junio su madre salió pero ellos no imaginaron lo que ese día ocurriría pues aquella mujer que tanto los quiso descubrió su secreto en medio acto carnal, y o santo cielo la señora de la mediana edad solo salió por aquella puerta, ellos se miraron y rápido se vistieron salieron y ella seguía parada fuera 

Eren: Madre yo -la culpa lo agobiaba-

Carla: No se preocupen no estoy molesta por lo que acaba si no porque no me dijeron de esto -dijo feliz y enojada al mismo tiempo-

Mikasa: Entonces...no esta diciendo que no importa? -preguntó con timidez-

Carla: No, si importa, tienen solo 15 años,esta bien tener pareja pero son solo adolescentes, imaginen que pasaría si tienen un hijo, quien lo cuidaría soy yo y además Eren tendrías que dejar de estudiar para ponerte a trabajar y mantener a tu familia, piensen en su futuro como pareja y como personas esta bien, por lo pronto sean solo pareja y no lleven su relación a lo carnal esta bien? -musitó con serenidad-

Eren: SI -respondió Feliz-

A decir verdad los dos aun sienten cierta culpa por su complicidad al no decirle a su madre nada, pero ahora todo se había resuelto y ni sus padres biológicos o el mundo entero los separaría no en esta vida ni en la que sigue ni nunca.




Imagenes Eremika |Cancelado|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora