En esta primera entrega mía, les relatare una maravillosa historia de amor la cual se ve complicada desde el principio, por los problemas de rangos entre ambos protagonistas.
Más el problema de las adversidades no, les quita el deseo de estar juntos...
Desde que era pequeño jamás e podido estar solo más que en mis sueños más, jamas estuve solo siempre me e puesto a pensar si el viento llevará mis sentimientos hacia ti, han pasado años desde la última vez que te vi eramos niños tu estabas preocupado por tu familia y yo por ti.
La vida perdió su explendor desde que ya no estas aquí, aveces me e preguntado si vale la pena seguir viviendo y me pongo a pensar en que dirías tu, eramos tan distintos y a la vez tan iguales, me gustaría contar te tantas cosas, y comparar mis resultados con los tuyos.
Por ejemplo... Decir te que soy Omega y que solo mi familia lo sabe y que tu me dijeras también yo. Aun que mi verdadera pregunta es ¿Tu què eres?...
ƬЄ Є ƤƠƊƖƊƠ ƔЄƦ ƊЄ ƝƲЄƔƠ
El día transcurría de una manera tan aburrida, en la peculiar mansión escondida en el bosque se podían escuchar los gritos y peleas de los los hermanos Sakamaki's pero uno de ellos no estaba embuelto en esas peleas ya que no era de su interés pelear o discutir y más a su punto de vista por una estúpida humana la cual solo sirve para saciar el apetito de sangre. Aquel chico de cabellos rubios como un atardecer se encontraba caminado por los pasillos de la mansión para salir de aquel lugar, ya que no le gustaba escuchar las pelas absurdas que sus hermanos tenían en muchas ocasiones, camino sin interés alguno a la puerta de el lugar y salió, por un momento el rubio solo se sentó en las escaleras de la entrada de la mansión viendo de frente aquella fuente en medio de el patio principal. La cual se le hacia de lo más lúgubre, el chico coloco sus brazos encima de sus piernas posando una de sus mejillas en su izquierda. Mientras sus ojos se cerraban lentamente al compás de la música que salían de sus audiculares.
Unos treinta minutos habrían pasado desde que cerró sus ojos cuando sus pensamientos de soledad se vieron interrumpidos al recordar aquel cálido tacto que alguna vez le proporciono un chico de su infancia.
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Su imagen pasaba por los pensamientos de el chico, el cual abrió los ojos al sentir que sus cabellos eran tocadas con esa calidad mano que pensó nunca más volver a sentir, más cuando por fin abrió los ojos por completo se percató de que estaba solo, por lo cual se levantó de las escaleras y comenzó a caminar a el patio trasero de la mansión viendo los rosales que había en el lugar cuantas rosas de distintos tonos más sus favoritas eran las amarillas paso de largo alado de ellas y se metió entre unas paredes las cuales estaban cubiertas de hojas, y una vez que paso por ellas se encontraba fuera de el muro que rodeaba la mansión.
Comenzó a caminar hacia el bosque despreocupado de lo que podía pasar o de lo que se contraria, que le importaba perder la vida si había perdido a su mejor amigo, después de haber caminado durante tal vez una hora llegó a un lago y se sentó en el césped despreocupado a la
