Cap 5. Si no es ella quien más.

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Sandra me miró arqueando una ceja.

—¡Eh! Te he preguntado algo, ¿Qué haces aquí?

—Yo...

—¿Dónde estabas? te habías tardado—preguntó Sandra acercandose a mí—. No te preocupes James, ella está conmigo.

El chico bajito me dedicó una mirada de duda, pero intenté sonreir mientras se alejaba.

Sandra se acercó a mí y me empujó vuelta al ascensor pero tropecé con las muletas y caí.

—Auch...

—¡No puedes estar aquí! Te dije que me buscaras luego.

—¿Pero qué...?

Las puertas laterales se abrieron súbitamente.

—¡SANDRA! ¡OTRO CASO!—gritó una chica que corría junto una camilla donde había una persona...

La sangre chorreaba de la camilla dejando un rastro entero.

—No puede ser esto esta yendo muy rápido...—susurró Sandra por lo bajo, luego recordó mi presencia y me abalanzó dentro del ascensor vuelta abajo.

"Otro caso"

¿Qué significaba eso?
¿Cuántas personas ya habían así?
¿Por qué?

Las puertas del ascensor se cerraron y comenzó a decender.

Piso 5...4...3...2...1... PB...

Cuando llegó a Planta baja me acomodé el suéter, esperando a que las puertas se abrieran.
Pero eso no pasó.
Toqué el botón de abrir las puertas, pero este no cedía.

Antes de hiperventilarme pensé.

Solo es un bajón... ya volverá a funcionar...

Entonces magicamente la electricidad anunció su llegada a través de un ruido metálico que abarcó todo el ascensor.

La puerta no se abrió por su cuenta, así que dirigí mi mano al botón para abrirla. Y noté algo extraño.

En un botón se estaba cayendo el plástico que lo cubría, lo arranqué, y bajo de él aprecieron las iniciales 'Lab S'.

¿Qué demonios...?

—Sí, el paciente ha estado estable no se preocupe—el ascensor abría sus puertas y un hombre de piel cobriza se apresuraba a entrar.

Me alejé del tablero donde estaban los botones y me apure a salir de la caja metálica.

Un momento... ¿A dónde se supone que vaya?

¿Debería volver?

—Disculpe...—me giro para encontrarme a la recepcionista, camino al mostrador y arqueo una ceja.

—¿Sí?

—¿Es usted Avril Smith?

Frunzo el ceño confunduda pero asiento lentamente.

—Es que lleva aquí tres días, y no ha pagado la estadía y el material brindado por nosotros.

—¿Pardon?

Acomodé mi postura.

Joder uno en medio de un apocalipsis y tiene que andar con showsitos.

—¿Usted no sabe quien soy yo?

—Avril Smith.

Rasco mi cabeza.

—¿Y le parece poco?

—Disculpe pero es necesario que pague...

—Realmente no me está entendiendo—divisé un hombre con traje negro—. Ese tipo de ahí, es mi guardia—Intenté imitar ese tonito de voz de niña consentida—. Puede hablar con él, seguro mi Papi vendrá en una limo con sus guardias a pagar con su tarjeta negra.

Me dí la vuelta y salí del hospital.

Solté un suspiro.

Esto realmente es dificil de entender...

Estaba empezando a oler mal, y tenía bastante hambre la verdad, así que saqué mi teléfono y le marqué a Kath.

Repicó varias veces. Sin embargo ella no contesto.

Joder...

Mi móvil vibró.

Kath: Lo siento estoy saliendo a la boda de mi primo. ¿Necesitas algo? ♡

Yo: Necesito entrar a tu casa, algo pasó, no tengo a donde ir...

Kath: DIOS, CLARO QUE PUEDES ENTRAR, te llamaré apenas salga.

Sonreí y aceleré el paso a casa de mi amiga.

                            ****

A pesar de estar viendo la televisón como un día normal no traía el mismo sentimiento, era difícil apartar la ansiedad, y el miedo.

Aún costaba entenderlo.

Primero mentiras, luego verdad...

¿Y si hoy tocaba mentira?

Bah, ya no se sabe ni que es real.
Intenté respirar calmadamente.
Intentando aceptar que estaba sola.

—En las últimas noticias, las clinicas mentales empiezan a llenarse cada vez más, al parecer es un trastorno que esta creando ilusiones.

Abrí los ojos como platos.
¿Trastorno? Que ridículo.

—Muchas personas ya se han quitado la vida por culpa de este fenómeno. Además de la gan cantidad de desaparecidos que hay. No se sabe lo que está pasando, pero de seguro es alarmante.

—Por suerte tenemos a la doctora Sandra Hoffman para ayudarnos a entender.

¿¿¿¿Ehhhh????

Así como se dijo, Sandra estaba sentada junto a los periodistas.

La verdad es un placer estar aquí hoy, pero basta de formalidades. Como ya se ha nombrado, el trastorno SFH, es una actual epidemia que causa ilusiones y visiones raras, básicamente el paciente ve, cosas aún no sabemos que lo causa, ni como se traspasa, sin embargo. En nuestra constante busqueda de soluciones hemos descubierto que hay personas a quienes no les afecta a pesar de poseerlo. Ellos poseen algo especial, algo que queremos y buscamos... los psicologos claro— Lanza una risa nerviosa—. Y sería de gran ayuda que asistieran al hospital de cuidado mental Norte. Sería de gran ayuda para los avances.

—Oh vaya, eso, eso es bueno ¿No?

—Sí, de hecho hay una persona con la cuál empezamos el experimento para la cura. Su nombre, Avril Smith.







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⏰ Última actualización: Jan 06, 2019 ⏰

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