_______ Points of view:
Me acosté en la cama, mirando al techo. De repente me di cuenta que todo había mejorado. Empezando por la relación con mi hermana, que la despreciaba desde el pasado. Pero bueno, ya era momento de superarlo. Extrañaba mucho a Emily, ella siempre estaba ahí para mí, y extrañaba contarle todo lo que sentía, lo que pensaba y me dolía que estuviera tan lejos de mí en estos momentos, en los momentos donde me sentía más insegura y confundida que nunca.
¡Jason! Gritaba mi cabeza. Jason, deja de meterte en mi pu*ta cabeza, en mis pu*tos pensamientos. ¿Por qué desde que lo conocí no me lo sacaba de la cabeza? Estaba convencida de que nada pasaba ni nada pasará entre nosotros. Lo tenía claro. No lo quería.
¡No puedes mentir! ¡Cállate! ¿Con quién estaba discutiendo dentro de mi cabeza? Se supone que allí sólo estaba yo y toda la mier*da que pienso. ¡Y siguen siendo tú y tus pensamientos! Seguía hablando. Y esto es lo que piensas… piensas en él, porque lo… ¡No es posible! ¡Si lo es! ¿Acaso me estaba volviendo loca y ya estaba discutiendo conmigo misma? Está bien, sé que odiaría admitirlo, así que no lo diré. Pero tenemos… tengo que dejar el pasado allí, lo que pasó, pasó y nada cambiará. ¡No puedo! Claro que puedes, sólo que no quieres. ¡Si quiero, pero no puedo! No quieres, y por eso odio admitir que de verdad ya lo quería. No hables por mí, no lo quiero, vamos. Lo conocí hace menos de una semana, no podía. Pero ya pasó, y lo quieres tanto como deseas estar con él. No, no. ¡Sí! Sólo deja que el pasado se vaya de una vez por todas, y se quedé allí, donde debe estar, en el pasado. ¿Por qué es tan difícil para ti… para mí entender que no lo quiero? ¿Por qué es tan difícil para ti olvidarlo todo y comenzar de nuevo? ¡Deja de meterte en mi cabeza!
¿Acaso me estaba volviendo loca, que ya hablaba conmigo misma? Y ¿hasta discutía? ¿Qué estaba sucediéndome? Tenía que dejar todo esto a un lado… ¿Y si eso era verdad? No, yo sabía que no.
De un momento a otro y sin darme cuenta ya estaba profundamente dormida.
Sentía que algo me alzaba la camisa, pasaba por mis piernas y me acariciaba, tan suave y delicado... se sentía bien. Sus suaves caricias seguían, mientras yo estaba acostada en la cama. Recordé que estaba sola… ¿quién era? Reaccioné, cogí la mano detenidamente y la aparté de mi cuerpo.
-Tranquila-susurró en mi oído una voz familiar-soy yo-y me dio un beso en el cuello. Volteé para verlo y confirmar que era el, y si era, sonreí. Solté su mano y el siguió acariciándome, a lo que yo cerré los ojos para disfrutar. El seguía acariciando mi piel suavemente, y decidió dar un paso más. Me empezó a besar el cuello lentamente, a lo que yo gemí como respuesta.
-Jason…-gemí y me retorcí un poco, el soltó una pequeña risita y siguió haciendo su trabajo.
Me volteé un poco, y él seguía haciéndolo. Luego de unos segundos, se puso encima de mí, puso sus piernas a cada lado de mi cuerpo, y seguía haciendo eso, cada vez mejor… lo estaba disfrutando. Empezó a besar mi cuello cada vez más lento y con su lengua… lo que me hacía gemir de placer. Luego de eso, rozó sus labios por todo mi cuello, mi mejilla… y luego llegó a mis labios. Él estaba observando su mano recorrer mi cuerpo, luego pasó la suya por debajo de mi camisa, acariciando mi cintura. Se mordió el labio. Me miró a los ojos, sonreímos y luego nuestros labios se unieron en uno solo.
Un beso tan lleno de pasión… tan perfecto. El empujo su lengua pidiendo la entrada, a lo que yo se la concedí sin pensarlo, y nuestras lenguas comenzaron una guerra. Mientras el bajaba sus caricias de mi cintura, hasta mis piernas, y luego por detrás de ellas, llegando a mi trasero, lo apretó y me mordió el labio, gemí en el beso y el sonrío.
Luego, volvió a subir sus manos a mi cintura y me alzó la camisa mientras seguíamos besándonos. Deshizo el beso por unos segundos para quitármela, y luego volvió a juntar sus labios con los míos. Nuestras lenguas seguían luchando por el dominio total, mientras el acariciaba suavemente cada parte de mi cuerpo, luego yo hice lo mismo. Le subí la camisa, hasta quitársela. Teniendo una perfecta vista de sus perfectos y marcados abdominales, los tocaba… el reía en el beso. Después, rodeé su torso con mis pernas, haciendo que el quedara encima de mí, completamente unidos. Él se empezó a mover de arriba hacia abajo… yo gemí ante eso.
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