Louis es de una familia media, no tiene muchas preocupaciones siempre la misma rutina: ir a la escuela, regresar, tocar guitarra y preguntarse que pasa consigo.
Apenas tiene 9 años y se siente completamente afortunado de tener una familia que lo ama y orienta, en primer punto esta Jay su mamá, quien lo alienta a superarse y ser él mismo, para ella no es nada fácil, su trabajo la mantiene la mayor parte del día ocupada, ser enfermera en un hospital donde no pagan mucho y tener que mantener a 7 personas no es una simple tarea, pero apesar de todo esto ella siempre tiene tiempo para sus hijos.
Su padre Dereck por el momento desempleado, siempre suele tener un mal temperamento y sus problemas de alcohol no lo ayuda, todos tratan de entenderlo, sentirse fracaso en la vida con una familia grande y muy poco dinero es una carga total.
Lottie su hermana mayor, tan linda y comprensiva, tan madura pero tan pequeña, ella es la que ha sufrido más, pero sin embargo es la más feliz de los Tomlinson.
Phoebe y Daysi un par de gemelas de 3 años, siempre han sido muy inquietas pero a la vez muy reservadas, es comprensible dado que ellas no nacieron en las mejores circunstancias, por lo que Jay trata de darles todo el amor posible.
Doris y Ernest el par de mellizos más hermosos que se han visto jamás, apenas con 3 meses de nacidos, Doris la pequeña niña de la casa y Ernest el pequeño varón de mamá.
Louis sabe que siempre contará con el apoyo de su familia, pero al tocar la campana anunciado todas las tardes que las labores escolares han terminado, corriendo por los pasillos para encontrarse a aquel hermoso chico de rizos color chocolate y admirarlo desde lejos esperar a que sus padres lleguen por él en aquel pequeño automóvil de un color azul metálico, se pregunta si algo esta mal en él.
Crecer en una familia donde te dicen que no puedes amar a una persona de tú mismo género es difícil.
Louis no entendía que había de mal en ello, sólo le parecía bonito, demasiado bonito para ser cierto, el chico de rizos color chocolate del cual aún no sabía su nombre tenía tantas cosas hermosas, empezando por esos hermosos ojos color esmeralda que habían hipnotizado más de una vez a Louis, no eran ojos comunes, estos irradiaban luz, una luz que te hacía sentir en casa, sus pequeños, rosados y redondos pómulos parecían ser dos perlas, tan tersas y suaves que siempre se mostraban teñidas de un carmín radiante, sus labios tan suaves y de un delicado rosa que enmarcaba a la perfección su rostro, él era tan hermoso o tal vez todo era imaginación de Louis.
