1 Capitulo
Maitane caminaba por las calles de Emelle, tenía una sonrisa en la cara mientras sus piernas se movían, llevaba una chaqueta rosa pastel, una blusa blanca y unos jeans azules claros con unos converse blancos. Era una chica sin duda alguna bella, melena largar y rubia, blanca como la nieve, un rostro angelical con unos inmensos ojos azules con gruesas pestañas y labios demasiados rosados. Su figura era de un par de piernas regordotas, cintura pequeña y busto a la medida de su cuerpo, sus brazos eran delgados como las bailarinas de ballet. El viento soplaba haciendo que el cabello de la chica revoloteara libremente y ella intentaba sujetarlo. Miro a los lados: Nada por aquí y nada por allá. Cruzo la calle con rapidez para adentrarse al bosque sin antes asomarse a la altura de su hombro para verificar que nadie le miraba entrar. El frio se hizo más fuerte, cerró el cierre de su chaqueta y se guardó las manos en sus bolsillos. El sol se ocultaba entre las ramas, avanzaba con rapidez, odiaba esa parte, siempre la hacía pensar en blanca nieves corriendo para salvar su vida de la reine malvada. Fruncio el ceño al sentir la claridad en su rostro, en esta parte del bosque, una areola de luz rodaba a un árbol, pero no era cualquier árbol, era uno con tronco grueso e inmensas ramas gruesas que arrastraban hasta el suelo y junto con sus raíces formaban una tipo cueva.
-¿Gideo?- Dijo la joven rubia, miraba a todos lados con los ojos ligueramente abiertos de mas, se suponía que su mejor amigo la esperaría en aquel lugar, se cruzó de brazos, ahí la niebla no se esparcía pero miraba más allá y podía notar como la asechaba haciendo que la piel se le erizara, oyó un crujido, lo que hizo que sus sentidos estuvieran alerta, el corazón le latió con fuerza –Gi?...- Murmuro, otro crujido, rápidamente giro hacia donde provenía el ruido ¿Qué era aquello? ¿Un oso? ¿Un lobo? El corazón le martillaba con fuerza al pensar aquellas cosa, entonces algo la empujo, no fuerte pero lo suficiente para que se tambaleara y gritara con fuerza haciendo que brincara del susto. -¡¿acaso quiere matarme?!- El pecho de Maitane subía y bajaba con rapidez mientras miraba a su mejor amigo doblándose por la risa, entre cerro los ojos y sus pequeños puños fueron al hombro del chico.
-Es el viejo truco- dijo el chico una vez que el ataque de risa había pasado y sujeto las manos de su amiga para atraerla a él y besarle la frente. Gideon era un chico bien fornido, músculos, cabello rojizo, era de ese tipo de chicos de revista, hermoso, con motones de pecas en la cara, motón de cejas al igual que las pestañas que te desconcentraban cada vez que el parpadeaba. El pelirrojo vestía una chaqueta de los jugadores de futbol americano, azul y el nombre del equipo bordado por un lado y en otro el nombre... A Maitane siempre le había gustado como lucia el con aquella chaqueta, combinaba con su personalidad. El, la tomo de la mano y la dirigió hacia la oscuridad del bosque, la chica confiaba con su vida sobre él y no dudo en seguirlo. La llevo a la orilla del rio, entre las piedras, ellos reían y la rubia saco el móvil para tomar fotos del paisaje y de ellos mismos.
-oh pequeño Gi, tienes un ojo tuerto- dijo con diversión
-¿Qué? Borra eso, tengo una imagen que cuidar- Gi miro a su amiga sorprendo e intento arrebatar el móvil a la chica, ella esquivo el ataque y corrió para esconder detrás de una gran roca.
-Alcánzame si puedes- era obvio que el pelirrojo podía con ella, pero el jamás la dejaba perder. Un grito los sorprendió a ambos, más cuando se dio cuenta que ese grito había salido de ella, la rubia había gritado todo lo que sus pulmones podían, miraba aterrada hacia el rio que corría bajo las piedras; El pelirrojo corrió para reunirse con ella y cuando vio aquello, atrajo a la chica para abrazarla, ella escondió el rostro entre el cuello del chico y las lágrimas rodaban en sus mejillas.
-Dime que no es real... Dime que no es real... por favor.- La voz de la chica temblaba y apenas era un susurro.
-Tenemos que llamar a la policía- Dijo el chico sacando su móvil, Maitane era incapaz de soltarlo o mirar hacia atrás de nuevo, jamás quería volver a ver aquello ojos vacíos y...sin vida.
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The Last Love
Teen FictionCuenta sobre una amistad de un Maitane Millers y Gideon Coopers. Dos chicos de 17 años que han crecido en la compañía del uno del otro, en un pequeño pueblo de Alabama. Cosas extrañas comienzan a ocurrir en el pequeño pueblo y los dos deberán de en...