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Y allí estaba, otra vez esperando el autobús, el lugar era frío debido a las bajas temperaturas del invierno que terminaba de hacer su paso por la ciudad, nadie caminaba por las calles, solo aquellos que sentían la urgencia de un día libre a la semana.
Sólo era yo la única que podía salir de un trabajo que te deja agotada y solo produce dinero los fines de semana, era mi quinto suspiro y el maldito bus no llegaba, la poca paciencia que me quedaba se estaba yendo al caño. Aun que haya sido día de paga no puedo darme el lujo de tomar un taxi, y no creo poder lidiar con los viejos resbalosos que intentan ligar con una muchacha joven, así que me quede allí sentada esperando.
Pensé que podía ir a la cafetería solo por algo caliente, pero no pude ya que estaba cerrada, a pesar de que mis manos se encontraban en mis bolsillos las sentía frías, como la brisa que corría sin prisa.
Tan enfrascada en mis propias desgracias me encontraba que ni si quiera me di cuenta cuando un auto en color gris aparcó frente a mi, Lentamente gire mi cabeza, y vi a un muchacho de tez blanca, cabello castaño, anteojos, vestido de negro completamente salvo sus zapatillas parado a mi lado derecho, "¿de donde salio este chico?" fue lo primero que pensé antes de que el hiciera su pregunta.
-oye ammm ¿sabes donde queda el complejo de ROKA?- asentí y trate de no quitar mis manos de los bolsillos, pero si no lo hago no podre indicarle.
- si, solo que no se bien como explicarme ya que soy malísima para eso, lo siento - sonreí algo apenada definitivamente arruine mi dignidad con eso
- oh no te preocupes, si me lo dices yo puedo pedir algunas indicaciones - colocó sus manos en los bolsillos, pareciendo desinteresado ante mi.
- pero no servirá de nada si lo hago y dejo que vallas por allí perdido- ambos compartimos miradas, que me hicieron sentir un tanto incomoda -vas en buen camino, es para el norte luego de casi siete calles doblas a la derecha lo veras no es tan difícil encontrarlo- dije creo que no se notó mi sonrojo gracias a que el frío mantenía mi nariz y mejillas sonrojadas, mis dedos estaban señalando el norte y el prestaba total atención a mis palabras .
- ¿a donde te diriges ?- lo mire y me sonrió
- a mi casa - " ¿no es obvió? "
- veo que vas a al norte ¿no es así?- volví asentir - bien vamos te llevo, tomaste mucho frío además me indicaras el camino. - lo mire de pies a cabeza, no se veía como una persona mala, aunque con mi registro personal creó que soy un imán para personas malas - ¿que dices?¿Vamos ?
