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--¡ya!¿cuantas veces debo repetir que es un soldado?-- estaba tan bien ése lunes, que pensé por un instante en que seria tranquilo, pero menuda suerte tengo al saber que mi mejor amiga tiene problemas de pareja y ahora está en mi trabajo haciendo un escandalo por lo que le conté, en estos momentos me doy cuenta de que hice mal en contarle sobre Jin y sobre como lo ayude --solo velé el lado positivo, estoy bien feliz y quizá un poco ilusionada-- al decir esto ultimo me miro como si de un monstruo de tres cabezas se tratase.
-¡¿Ilusionada?!- Lo dijo tan alto, como para que la señora de la mesa siete nos mirara mal por interrumpir su almuerzo -¿Donde quedó eso de que enamorarse era para los muggles?- y vamos con las mismas cosas, realmente no culpaba a su novio por dejarla, es decir en parte se merecía por ser tan poco empatica, y si lo sabia ella tenia la culpa de esa nueva discusión que tuvo con quién es su novio desde hace dos años. -tantos años de plática, ¿para que?, si caes rendida a los pies de un soldado.- mientras dejaba la orden de unos adolescentes en su mesa, seguí escuchando el monologo de mi mejor amiga, la cual me seguía hasta la barra cerca de la cocina -Dijiste que no saldría con un uniformado y ahora sales con uno - "¿salir con SeokJin? Por favor, sería un sueño salir con él y sus ojos, su sonrisa, sus labios, sus gruesas cejas, la forma tan peculiar que tienen sus dedos al apretar el volante" suspire cansada de escucharla desde hace mas de dos horas que esta vociferando contra mi - solo imagina lo que hubiera pasado si el fuera un asesino, estarías en las noticias.
- se a donde quieres llegar- coloque la loza sucia de la mesa once en manos de mi compañero, antes de encararla -pero se lo pregunte, creeme antes de subir a su auto se lo pregunté- me miro de manera inquisitiva dando a entender que no aprobaba mis palabras -Y dijo que no, si te deja más tranquila- trate de dejarle en claro a ella que no hay de que preocuparse, pero no, no hay caso, es como mi hermana así que debo tragar me sus reproches .
- si claro, más tranquila al saber que el te dijo que no - sonrió sarcásticamente, tomo mi brazo izquierdo haciendo que quedemos a poca distancia, sentí un pellizco que estuvo apunto de hacerme llorar de no ser por que me soltó antes de derramar lágrimas - es obvio que te dirá que no, ¿acaso te crié así para que subas al auto de cualquiera? - .
- ¡Loca!- grite sobandome mi brasito, sabia que sus dedos quedarían marcados en mi piel con un tono violáceo, agradecía que no se notara gracias a la remera manga larga que tenia puesta. -¿tu me criaste?
- si, yo te crié- la mire de pies a cabeza y negué, tomando la charola de plata junto con el trapo para limpiar las mesas.
-¿quién le enseño a quién como debía cocinar fideos ? ¿Quién te enseño como se debía de planchar una camisa?- dije alejándome para limpiar una nueva mesa desocupada.
- fue mi niñera, además yo si sabía, solo quería aprender un poco más para cuando viviera sola- la mire indignada, dejando vasos vacíos y algunos platos también, apilados en la charola. Terminamos cambiando de tema, como muchas veces, debido a que las cosas se ponían un poco intensas y deprimentes si la dábamos mucha importancia - ¿ya te llamo?
- no, pero cuando lo haga, te aviso - sonreí como boba solo de pensar en su sonrisa, en esos ojos marrones, en su perfil. - Mona ¿tu crees en el amor a primer encuentro?