Capitulo 3

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Narra Cepeda


Después de que la madre de aquella muchacha le exigiera que se fuese a su cuarto me pidieron perdón por sus formas. Apenas era una adolescente que se dejaba guiar por sus impulsos. 


Les dije que no se preocupasen y debido  a lo mal que se sentían me dijeron que me invitaban a cenar. No pude decir que no.


Sali de la casa y quede con Roi para que me ayudase a elegir un traje ya que queria dar buena impresión esa noche. Mejor dicho queria darle buena impresión para que cambiara ese concepto que tenia sobre mi.


-Roi, ¿crees que esto me queda bien?-

-¿Por qué estas tan preocupado de que te quede bien?-

-Tengo que dar buena impresión a mi productor-

-Ya ya- me dijo


Tras tardar en elegir que me iba a poner, opte por una camisa azul con una americana. Antes de salir del centro comercial, había una floristería así que decidí comprar una rosa.


-¿Esto también es para tu productor?- me miro sonriendo Roi

-Es para la mujer- le respondí 


Fuimos al hotel y mientras hablaba con Graciela. Se alegraba tanto de lo que estaba pasándome. 

Apenas llevábamos poco tiempo pero había algo en ella que me gustaba.


No sabia si queria que viniese Roi ya que él era demasiado intenso y podría estropear la cena. De pronto llamaron a la puerta y abrí.


-¿Qué haces tu aquí?- miré sorprendido

-Queria darte una sorpresa- mientras me sonreía.


La besé. Hacia cosas que nunca nadie había hecho por mi. Aunque llevaremos poco tras ese acto me daba igual que la prensa hablase de nosotros.


Roi estaba en el baño así que cuando salio solo escuché un:


-Te lo dije-


Le mire sonrojado y les presente. 


-Roi esta es Graciela, Graciela este es mi hermano-


Ambos se saludaron. Tras charlar un rato, invité a Graciela a que viniese conmigo a la cena. 


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Llamé a la puerta. Tardaron un rato en abrir pero cuando se abrió me quedé perplejo. Iba con un vestido rojo que parecia diseñado para ella. Me costó un poco arrancar pero al final lo hice.


-Espero que tengamos una mejor presentación- mientras le sonreía


Pude notar sus mejillas ruborizadas y una pequeña sonrisa se asomó en su rostro. Tras eso Graciela entró.


-Hola, encantada- mientras le daba dos besos


Yo iba acercándome a sus padres pero escuché un


-¿Y tu quien eres?- dijo seria.


Tras darles la mano, les presenté a Graciela. Nos sentamos todos en la mesa. Aitana tardó un poco más y se sentó con nosotros.


Cada cosa que hablábamos, Aitana y yo nos mirábamos. Era un poco incomodo pero a la vez placentero. 


-Estoy seguro que a toda la juventud les vas a volver a enamorar sino lo están ya- dijo Graciela sonriendo

-Yo tengo 18 y no lo estoy ni lo estaré-

-Aitana por favor- dijo su madre seria.


Se levantó de la mesa. Iba a ir su madre pero hablé yo.


-Espera, déjeme que vaya yo-


Tras eso, fui hacia ella. Se habia ido a la cocina.


-¿Estas más tranquila?- le dije

-¿Se puede saber que haces tu aqui?-


Tras esas palabras, mire la basura que estaba a su lado y encontré la rosa allí.


-Gracias por tirar mi rosa- le dije serio

-De nada-


Me acerqué a ella y note como poco a poco se iba hacia atrás. Lo malo fue que se topó con una pared.


-Entiendo que no te caiga bien, tampoco lo deseo. Lo único que te pido es que no intervengas en el trabajo que haremos tu padre y yo.-

-Quien sabe-

-Aitana, no te conozco pero no creo que seas mala- le dije mirándole a esos ojos verdes.

-Rétame y lo descubrirás-


Me acerqué mas a ella y ambos podíamos notar nuestra  respiración. Nos quedamos sin decir nada pero una voz nos volvió a la realidad.


-¿Va todo bien por allí?- 

-Ya voy mamá- dijo separándose rápidamente de mi.


Antes de salir por la puerta.


-Que sepas, que la guerra ha empezado Luis Cepeda- Mientras me guiñó el ojo y sonreía.

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⏰ Última actualización: Mar 28, 2018 ⏰

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