Estaba anocheciendo ya. El cielo denotaba un color grisáceo debido a las prominentes nubes de una tormenta que acechaba todos los alrededores. Las hojas de los árboles bailaban sin cesar al ritmo de aquel fuerte viento que acompañaba la lluvia. Era al mismo tiempo impresionante y aterrador el paisaje, debido a los fuertes sonidos de los relámpagos que se aparecían sin aviso alguno. Sin embargo, él no lo veía así. Su mente estaba tan centrada en lo que acababa de ocurrir que cegó de una manera extraña sus sentidos. Lo único que podía percibir era el caer de las gotas de lluvia en su cabello y hombros, además de la humedad del lodo en que sus zapatillas se sumergían mientras recorría las calles solitarias de aquella ciudad.
Su trayecto no tenía destino, era la primera vez que ello no le preocupaba en lo absoluto. Caminaba sin rumbo mientras sus pensamientos chocaban con aquella pesadez ocasionada por cada paso que daba. Era extraño, demasiado.
Siguió caminando con la poca fuerza que le quedaba. Pensó en echarse al suelo, dejarse llevar por la tierra, y que poco a poco el agua lo sumergiera, pero le pareció algo muy patético al considerarlo.
La fuerza de la tormenta le hizo cobrar un poco del sentido común el cual le obligó a refugiarse en un centro comercial, para así estar a salvo. Caminó a la entrada, en la cual estaba un guardia de seguridad cuyo rostro denotaba preocupación por las personas dentro y fuera del establecimiento. -!Joven entre entre! ¿Que no ve que no es seguro afuera?-Exclamó.
Su piel empezaba a recobrar su color natural gracias a las corrientes constantes del aire acondicionado que albergaba el edificio. Aunque empapado, agradecía ese frío. Era como estar afuera pero sin riesgo a morir. -Si soy imbécil-pensaba.
Como salir no era una opción, se propuso recorrer el centro comercial hasta encontrar algo que llamara su atención. Luego de unos minutos en dicho proceso fue la librería lo que lo atrapó.
Entró sin mas dejándose llevar por aquel ambiente el cual le resulto deprimente. No sabia si por las paredes repletas de carteles con mensajes de auto ayuda o por la mera impresión que daba la que parecía encargada de la librería, quien parecía necesitar lo descrito en esos mensajes. Era una mujer de unos 50 años, o eso calculó. Su rostro era demacrado y estaba adornado con una verruga que yacía en su nariz. ¡Si! ¡Justo como una bruja! Su vestimenta iba acorde a su estado de ánimo. Era un uniforme de oficinista con colores neutros. -Vestimenta de viejos-pensó.Recorrió los pasillos repletos de libros hasta llegar a la zona de relatos contemporáneos. Reconoció la mayoría y tomó algunos para ojear los. Sin embargo desistió de leerlos ya que la simple idea de hacerlo le resultaba aburrida. Quería encontrar algo nuevo. Algo fuera de su zona de confort. Que lo transportara a otro lugar, tal vez para así olvidar lo ocurrido hace unas horas antes, lo cual lo atormentaba cada minuto.
No lo consiguió. Admitiendo su derrota en la búsqueda de lo extravagante se dispuso a salir del establecimiento. Ya a unos pasos de la entrada volteó a ver a la encargada por ultima vez, -esa verruga merece ser recordada-bromeó mentalmente. Al regresar la mirada se encontró frente a si a una chica la cual con toda prisa chocó accidentalmente contra el pecho de éste. El impacto hizo que la joven cayera al suelo llevando en la caída dos grandes bolsas repletas de lo que parecían libros.
La chica no pasaba de los 20 años. Su cara era fina con pecas a su al rededor, el brillo de su cabello rubio entraba en conflicto con la luz de la bombilla del lugar. Vestía una chaqueta color negro la cual ocultaba una mini franela rosa. Su falda color blanco cubierta de figuras extravagantes y sin sentido le resultó interesante de ver además de sus botas altas oscuras.
-Disculpa, me distraje un momento, dejame ayudarte.-Soltó el muchacho.
-Mejor fíjate para la próxima tarado-Exclamó con disgusto la chica.
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Tormenta De Recuerdos
Mystery / ThrillerUna de tantas fuentes que generan emociones que pueden abordar a un ser humano son los recuerdos. Éstos pueden causar un torrente de diferentes reacciones a la mente de una persona originando un nuevo pensamiento en la misma, sea éste para bien o pa...