Almas Gemelas

Compromiso (parte 2)

Tul*

Terminando la reunión permanecemos sentados frente a la mesa del comedor, charlando, divirtiéndonos, Max y yo estamos uno frente al otro, siento como por debajo de la mesa roza mis pies con los suyos, no lo evito, pero tampoco le correspondo, me sonríe mientras desliza sus dedos en su barbilla, me pone nervioso, cuando cruzo mi mirada con la suya me guiña un ojo, pero trato de actuar natural, es casi imposible permanecer enojado con él, si actúa de esta manera, ahora me da por revisar el reloj, y cuando levanto la mirada, Sandy me esta observando, con una sonrisa macabra ...

(Sandy)

-Bueno al parecer todos estamos cansados, así que demos por terminada la noche ... nos reuniremos mañana a las siete en punto, por favor lleguemos todos temprano (viéndome a mí y a Max) ya que mañana es el último día de trabajo, después quedaremos libres para vacacionar, ¿está bien?

Todos se levantan dirigiéndose al elevador, pero yo, me quedo sentado revisando mi teléfono, al ver al frente casi de reojo veo que Max permanece igual, pero no hago nada, cuando estábamos completamente solos, Max suelta mis piernas atrapadas con las suyas

-Nos vamos?

No digo nada y me levanto, coloco mi teléfono en mi bolsillo y comienzo a caminar, el me sigue muy cerca, hasta llegar al elevador, esperamos que baje y él continúa viéndome, hasta el punto de hacerme sudar, pero sigo callado sin dirigir mi vista a él, el elevador abre sus puertas y entramos, ahí estamos, los dos solos como aquella vez, mi corazón no deja de latir muy fuerte, se mueve y estoy nervioso, se coloca frente a mí, tan cerca justo como esa vez

-No te trae recuerdos este ambiente? (casi susurrando)

-No sé a qué te refieres *

Mientras decía estas palabras el recreaba el momento con precisión, no podía evitarlo y deje escapar un suspiro muy profundo

-Veo que si lo recuerdas también (roza sus labios con los míos)

-Entonces tienes algo para mi esta vez también? *

-Siii (muy suave) pero no te lo daré aquí (sonríe)

El elevador nos avisa que ya estamos en nuestro piso, se aleja tomando mi muñeca, cuando abre las puertas me hala hacia afuera, casi vamos corriendo a la habitación, "¿qué le pasa, acaso piensa que ya no estoy molesto?", abre la puerta y entramos, me contramina a la puerta que se cerro tan rápido y me toma con una mano en la cintura y la otra en mi cuello deslizándola suavemente a mi rostro

-Lo quieres aquí o prefieres que esperemos estar en la cama

Mis ojos se expanden de sorpresa, pero mi expresión es de duda totalmente

-De que estás hablando, exactamente?

Me suelta, mete su mano a la bolsa del pantalón y ahí está, en su mano una pequeña caja negra, con un listón también en color negro, yo observo congelado como desata el nudo, no entiendo que está pasando y mi corazón está a punto de salirme del pecho

-Qué haces? (mi voz se entre corta) *

-No sé cómo decirte esto o cómo hacerlo

Abre la pequeña caja, dentro de ella dos aretes de oro negro, no dejo de observar cada movimiento, como si estuviera pasando en cámara lenta

-Se que no pueden ser anillos ... no necesitan ser anillos, ¿verdad?

Saca ambos de la caja, la que deja caer al suelo, me muestra en su interior una inscripción, grabada, que dice: "MT ∞ TWM"