Almas Gemelas

El arte de la seducción

Tul*

Terminando una jornada más de trabajo, reunidos frente a una fogata disfrutando de lo que queda del día, sin duda, estamos ansiosos por irnos a la habitación, Max se acerca murmurando "marchémonos" pero no es tan fácil separarnos del grupo y Sandy que no quita la vista de nosotros, nos hace parecer adolescentes tratando de huir de la mirada castigadora de sus padres, optamos por mantener distancia sentándonos uno frente al otro y nuestro método de comunicación paso de roces delatores a miradas y mensajes de texto ... sospechosos

-"marchémonos"

-"Aun no*

-"Por qué?, ya terminamos"

-"debemos esperar" *

-"Esperar qué?, no hay nada más que hacer, además, ella ya sabe, nos va a cubrir"

-No podemos marcharnos tan temprano sin que alguien pregunte *

-Que importa, les diremos que estamos cansados

-Solo un poco más *

-Está bien ...
-ya?

-5555 *
-Deja de pasearte frente a nosotros, siéntate por un momento *

-Deja de sonreír así y me calmaré
-Tampoco muerdas así tu labio

Mientras nos escribíamos, no paraba de sonreír y estar ahí sentado como si nada, aunque realmente me sentía ansioso, pero Max, se paseaba de un lado a otro, como un león enjaulado, subiendo las mangas de su camisa, sacudiendo su cabello, me volvía loco, su mirada era siempre para mí, hasta que sonó su teléfono, es como un llamado a la realidad, ni me tomo la molestia de terminar mi último mensaje

-"Trata de relajarte, esperemos un rato más, quizás si nosotros ..."*

Veo como se aparta del grupo, eso cambia la situación, es de esperarse, en esta historia soy yo el que está sobrando, aunque todos estén conversando y riendo yo no dejo de pensar en él, no presto atención a sus comentarios y mi humor es notorio, Sandy se acerca a mí con una bebida en su mano

-Bebe un poco, te ayudará a relajarte

Pareciera que sabe cómo me siento, estoy ahí callado, sentado en el suelo, con mis piernas cruzadas, no sé qué hacer, ni que decir, nuestra historia parece escrita en hojas sueltas llevadas por el viento, estamos en una montaña rusa de emociones, tarda mucho en regresar y yo cada vez estoy más triste

-Comiste?

-Uhm! (Asiento) *

-Quieres otra bebida?

-Uhm! (Asiento) *

No puedo pronunciar palabra alguna, ella se levanta y trae más

-Solo hay dos para cada uno

La vuelvo a ver y está sonriendo y yo esbozo una sonrisa

-Sabes lo que pasa? * (le pregunto sin mirarla)

-Como no saberlo, eres mi hijo adoptivo

Sonrió levemente sin dejar de tomar y veo como Max aparece de repente frente a nosotros

-Me voy a la habitación

Se va pasando, sin dar ni una explicación, se fue, despidiéndose de todos rápidamente, no sabía que pensar, me quede ahí sentado junto a Sandy que solo acariciaba mi espalda, mientras terminaba mi bebida de un solo sorbo, no me sentía tranquilo, pero no podía ir tras de él, quería continuar bebiendo, pero ella no me dejaba