Inmortales II: Querella

C2: Nos Cazan

Célestine Thalasinoss.

Al intercambiar miradas, mi cuerpo estremeció. Sin dudarlo, salí huyendo. En ningún momento sentí que me perseguía, supuse que me había dejado libre, que no me había tomado importancia. Pero por el temor, continúe huyendo en todo momento.

Hasta que sentí como algo había penetrado mi espalda, provocando que me detuviera al instante. Me la quité lentamente y me giré a la dirección de donde está provenía. No había sentido gran dolor, era mínimo.

Lo ví a él nuevamente, mirándome dominante, superior.

—¿Tienes algún problema?— cuestioné y dejé caer la flecha que escurría de mi sangre.

—Thalasinoss..— murmuró mi apellido y a la vez se acercaba. —Tu debes de conocer a Alyza Adamson, necesito que me lleves con ella..

Sin esperar a que le respondiera me sujeto del brazo, para después encaminarme a un lugar desconocido.

—¿Qué haces?— me aleje de él.

—Necesito matar a la reina vampiro, y tú me llevaras a ella..

—¿Estás consciente que ahorita la reina acaba de declararle la guerra a los hombres lobo?

Su expresión de confusión me lo dijo todo.

—Ella estará a la defensiva en cualquier momento, créeme, no conseguirás matarla.— dije, y continúe a mi destino.

—Bueno, me llevarás a la casa de los hermanos Adamson, que todos sabemos que la conoces muy bien..

—¿Qué insinuas?— cuestioné.

—No, nada. Ahora me llevarás allá.—nuevamente me tomo del brazo con fuerza, era un vampiro sin duda alguna.

—¿Un vampiro usando armas? ¿Así de débil eres?— ironicé, a lo que esté me arrinconó contra un árbol, presionando mi cabeza contra el tronco, era tanta su fuerza que no podía quitarmelo de encima.

—Al contrario..— murmuró en mi oído —.Un arma te define.

Le pegué una patada en su pantorrilla, para después girarme y tenerlo de frente a frente, y de esa manera tirarle otro golpe, pero esta vez en el rostro. Aunque él, a una velocidad impresionante esquivo el ataque, para seguido, tirarme al suelo,  colocando su pie en mi abdomen, cada vez haciendo más presión.

—Me llevarás con los hermanos Adamson quieras o no.

—¿Qué eres? ¿A qué te referías con la chica, "nos están persiguiendo"?

Sentí como él lentamente dejaba de hacer presión sobre mi abdomen.

—Soy un cazador de vampiros.— confesó. —Y el resto no te incumbe..

Desde un principio supuse lo que era, un vampiro cazador de su propia especie, sus palabras "Un arma te define" desde hace siglos han sido un mito junto a su frase célebre "Vivo para matar a los míos" siempre han rondado por las bocas, sin embargo poco vistos.

—Si no me dices quién los está persiguiendo, no podré llevarte con ellos..

—¿Para qué quieres saber? Ni que fueras hacer algo, mejor llévame a ellos, y te prometo que tú muerte será rápida.

Me puse de pie, y comencé a caminar a donde se suponía que estaba la casa, pero era obvio que no lo llevaría a la real, no sé de qué es capaz, y tampoco es como si me importará mucho la vida de los hermanos, pero no quiero estar más involucrada.

Estuvimos así, caminando durante unos veinte minutos a un lugar desconocido. Justo en el momento en el que pisabamos una zona vacía, sin personas ni autos, claramente mi error, me arrinconó contra una pared, mientras que en mi cuello, me amenazaba con un cuchillo, y por otra parte, su mano derecha me sujetaba con gran fuerza.

—¿Me estás vacilando?— me cuestiono con una mirada furibunda.

—Algo así— respondí con una sonrisa, para que después, mi prima Hollie llegará por detrás y lo golpeara con una piedra, provocando que esté cayera desmayado. En realidad, lo había llevado a mi casa, suponiendo y arriesgandome con el hecho de que ahí estuviera mi prima, y para mi suerte, lo estaba.

—Pensé que no ibas a estar aquí..— le confesé. Hollie por alguna razón sabe cuando las cosas no andan bien con un ser querido, unos dicen que es bruja, aunque claramente no lo es, otros que es medium, pero no es algo que enorgullece en nuestra especie.

—Después de todo lo que pasó en la boda con la reina, decidí irme..— explicó

—Bueno, ahora tenemos que llevar a este sujeto al sótano.

Yo lo tomé de los brazos mientras que Hollie de las piernas. Lo llevamos cargando hasta ponerlo en una silla en nuestro sótano. Tomamos varias cadenas y lo sujetamos con fuerza, si, justo como en las películas.

Ambas fuimos a quitarnos la ropa elegante que llevábamos por la boda, y nos colocamos una más cómoda. Al estar listas, bajamos corriendo para ver si ya se había despertado, y si, dicho y hecho, estaba intentando escapar.

—¡Sueltenme!— gritaba con todas sus fuerzas.

Estaba justo en lo que me fascina hacer, hacer sufrir, hacer que me teman, esa sensación de poder, para mi, es lo más satisfactorio.

Lo miré a los ojos fijamente y comencé con el interrogatorio.

—¿Para quién trabajas?

—¿Tan estúpida eres? ¿Qué te hace pensar qué te diré?

—Te mataré si no lo haces..

—Hermosa, yo no lo temo a la muerte.

Apreté la mandíbula, y me había enfurecido aún más, por qué realmente no tenía con que amenazarlo.

—Debes de tener hermanos, hermanas, primos, primas, tíos...

El me miró y sonrió con burla.

—Matare a cada uno de ellos..

—Hazlo.

Fue entonces que Hollie entró corriendo e inmediatamente me hizo saber.

—Tiene una hermana, Sofía Brown. Es un linaje no del todo perdido, pertenecen al condado del señor Smith, entre ellos están Luke y Jasper Brown. — decía mientras leía algo de su tableta.

—¡Perfecto!— dije emocionada, a lo que el chico, inmediatamente bajo la mirada.

Pero mi emoción se llevó a confusión, cuando comenzamos a escuchar golpes desesperados en la puerta. A velocidad vampiro corrimos hacia a ella, y nos encontramos con Glenn Adamson, agobiado y temor en sus ojos, sin preguntar, entró a la casa e inmediatamente cerró la puerta.

—¿Tú qué haces aquí?— pregunta Hollie.

—Nos están cazando..

—¿Qué quieres decir?

—A las familias vampíricas más importantes... Nos están cazando.

—No comprendo, la boda de tú hermano fue hace unas horas, no puede comenzar tan rápido..— dije.

Glenn estaba sudando del miedo, nunca lo había visto de esa manera.

—No sé que está pasando la verdad, apenas iba de camino a mi casa, pero una manada entera me comenzó a perseguir..

—Cuando pienses que sea seguro te vas, mientras tanto, te puedes quedar..

Glenn me brindó una sonrisa, pero se le esfumó cuando comenzamos a escuchar aullidos, demasiado cercas.

—Están aquí..— murmuró Glenn.

♥ ¡gracias por leer! ♥

• Si se preguntan ¿Y esto que tiene que ver con el final pasado? Recuerden que estoy narrando la versión de las Thalasinoss, pero para que no se queden con la duda de "ay pero qué pasó con Aída y Raymon?" Les iré haciendo saber, poco a poquito.. Ustedes tranquilos, yo nerviosa •

• Perdonen por la inactividad, estuve pensando mucho de cómo hacer para que los lectores no se me queden en el limbo con tantas incógnitas •