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Tome el lápiz labia que me había obsequiado SeokJin por mi cumpleaños, aquel de color rojo intenso que tanto le pedí. Deje que este pasara lentamente por mis labios, viéndome directamente al espejo de cuerpo completo. Esta noche me sentía bien, había esperado este día tantos años que ahora mismo, mi confianza estaba hasta los cielos.

-¡Lalisa, ¿que tanto haces?! -gritó mi hermana, entrando a la habitación y quedándose a medio camino, sus ojos pasaron lentamente por todo mi cuerpo. -¿Qué te has puesto hoy? Recuerda que mamá dijo que no quería verte con ese vestido.

-¡oh! ¡eres demasiado intensa! Es solo un vestido. -me exalte, dándome media vuelta y viéndole cara a cara.

-Ese vestido es demasiado provocador, ¿has visto como se te pronuncia el escote? Estas cumpliendo dieciocho no treinta. -me recordó, tomando mi hombro. -Ve y quitatelo.

-¡Yah~ es solamente esta noche, no haré nada inapropiado-la empuje, quitando su mano y arreglando donde lo había subido un poco.

Sus ojos se rodaron, arreglando su vestido floreado, sus pasos fueron retrocediendo hasta llegar a la puerta marron que resguardaba mi habitacion, cerrandola fuerte detras de si. sonrei, devolviendo mi rostro hacia el espejo, el vestido era rojo, el escote tenia un poco de pronunciación en ella y mis piernas estaban descubiertas al igual que un poco de mi abdomen, este vestido lo habia comprado tres dias antes de mi fiesta, con el dinero que me habia obsequiado mi padre, desgraciadamente papá y Omma no querían verme con él.

Patético, ya no soy una niña. Ya no estoy para esos vestidos rosas.

• • •

Mis dedos jugaban con el mini abanico que llevaba la bebida, no había nada interesante en esta fiesta, ni las miles de miradas de esos chicos de corbata y alta calidad. Todos ellos buscaban una chica, y esta chica solo buscaba a un oppa. Uno que me hiciera sentir la adrenalina. Uno que estuviera en mi lista de dieciocho.

Divice los amigos de papá, ninguno eran de esos que podía decirse que me derretía, ninguno era él. Hice un mohín con mi boca llevando el popote hacia mi boca y tomando lo que contenía este refresco, se suponía que era mi fiesta, la mas importante de todas. En cambio, mi padre estaba con mamá y mis hermanos por otro lado. Ninguno estaba conmigo, solamente para cantar la típica música de feliz cumpleaños.

En todo lo que pensé, la bebida se acabo. Así que al final termine pidiendo otra al mesero guapo que atendía, lo mire por mucho mas tiempo de lo debido y se que se dio cuenta, pero no me gustaba. Si, estaba buscando específicamente a una persona. Y ella aun no llegaba ni veía futuro de que lo hiciera.

Fue entonces cuando mi bebido llego a mi lado, en su transcurso alguien acercandose a pedir un whisky, nunca en mi vida había corrido mi mirada tan rápido. Mi corazón se paralizó y mis piernas se cerraron fuertemente cuando le vi. Llevaba una camisa formal blanca, una corbata, y unos pantalones negros. Eso hizo que no solamente mi corazón se calentara. mierda, sabia muy bien lo que me gustaba verlo de aquella manera tan desordenada.

Tuve la iniciativa -como todas las veces- y toque su hombro, viendo como sus ojos me observaban para luego sonreirme.

-Feliz cumpleaños, Lalisa. -me felicitó, extendiendo su mano y tomando la mano entre la suya meneandola dulcemente. -¿Cuanto es que cumple? ¿Quince?

adult Inocent│lizkook √Donde viven las historias. Descúbrelo ahora