Yo, el y ella ( Shawn Mendes )

Capítulo 4

Amber

Durante el día había estado feliz y bastante emocionada, pues hoy era la audición para las aspirantes a animadoras. Oliv haría audición lo cual me mantenía realmente entusiasmada, no podía dejar de imaginar como serían las cosas si ella entrara al equipo. Antonie pertenece al equipo de fútbol americano, yo soy la nueva capitana de las animadoras y si Oliv entra, sería el reinado de los primos Ortega.

Ser la nueva capitana me entusiasmaba bastante, el año anterior yo acompañe a Cheryl la ex capitana quien ahora debe estar en la universidad aspirando ser una, ahora otras chicas me acompañaran a mi. Este año sería yo quien tomará las decisiones, quien entra y quien no, nuevas reglas, aumentaría la coreografía, todo lo mantendría en mis manos y si hay algo que amo es tener en control de las cosas.

Visualice a Oliv en el pasillo usando esa ropa tan fea que le gusta usar, pero no me quedaba más que aguantar verla vestir de esa forma. En fin, pronto entraría al equipo de animadoras y tendrá que cambiar esa forma de vestir tan horrenda, a lo que yo estoy más que dispuesta a ayudar.

— ¡Oliv! — me pare frente a ella haciéndola mirar en mi dirección
— hola — me sonrió
— ¿estas lista? — dije moviendo los hombros con emoción
— ¿para qué? — dijo frunciendo el entrecejo
— ¡para la prueba de animadoras!
— ha — expresó sin novedad — ¿es hoy?
— ¡si! ¿lo olvidaste? — pregunte asombraba — no pudiste haber olvidado el momento más importante de tu vida — dije incrédula y esta me miraba divertida
— pues si, lo olvide
— bueno no importa, la prueba es a la cuarta hora ¿vendrás verdad? — dije afirmando
— no creo — negó
— ¿qué? ¿no harás la prueba? — preguntaba absurda
— no — negó nuevamente y yo solté una risa seca
— ¿si sabes qué tienes que hacer extracurriculares? ¿cierto?
— si, por eso es que pensé en tomar artes plásticas como extracurricular
— ¿artes plásticas? — la mire como si me estuviese contando un chiste desabrido — ¿qué es eso?
— esculpir, pintar, dibujar — explico y yo quede helada, no podía ser cierto lo que estaba diciendo — tengo que ir a clase, nos vemos — me rodeo.

No podía entender como Oliv había cambiado de decisión así. En mi cabeza había creado el año perfecto bajo el reinado Ortega, podía ver perfectamente a todos idolatrando y adulando. Camine casi a trote para buscar a Antonie, me escondí a un lado del estante de trofeos cuando lo vi pasar junto a su grupo de amigos. Lo jale el brazo atrayéndolo a mi sin que sus amigos se percataran.

— hola perica — dijo estando frente a mi. Entre cerré los ojos e hice una mueca
— no me llames así — choque los dientes
— lo siento es la costumbre — excusó
— Oliv no hará la audición para entrar al equipo de animadoras
— ¿en serio? — pregunto sin novedad
— si — respondí desanimada — ¿por qué habrá cambiado de decisión?
— ¿de decisión? — levantó una ceja — ni siquiera te había dado un si
— lose pero... — me quede sin que decir, yo deseaba con todas mis ganas que ella entrara al equipo y así todos los primos Ortega tener el control
— además no se porqué te sorprende, no creo que agitar popones sea algo que le guste a Oliv. Entiende ella es diferente a ti y tu grupo de chicas — quede pensativa — tengo que entrar a clase, ve a la tuya — dijo para dirigirse al salón de clases que estaba a tan solo unos pasos.

Quede un poco desanimada, este año sería el mejor sin duda, sobre todo para mi que empieza mi reinado, pero me entusiasmaba que mis primos y mi hermano tuviésemos algo así como una reputación de populares en la que los Ortega son los más cool en toda la preparatoria y no que solo dos de ellos lo eran y los demás unos patéticos. Solo quedaba la resignación, aunque me gustaría buscar una manera en la que Oliv llegara hasta nuestro reinado, porque había una cosa de la que estaba segura y era que yo mandaba en este lugar.

La cuarta hora llego, la hora de dar inicio a mi reinado y darle paso a Amber Ortega Smith. Me senté en la mesa con la lista de las aspirantes, a mi lado estaban Jena y Trina mis mejores amigas que también son animadoras. El grupo de chicas aspirantes entro, la mayoría eran de primer año y otras de segundo pero ninguna de tercero ya que la mayoría que se encontraban actualmente en el equipo eran de ultimo año. Me puse de pie frente a todas las chicas que se encontraban en linea recta y comencé a hablar.

— hola chicas, bienvenidas — Sonreí — no quiero que me muestren sus mejores pasos, quiero que me muestren su extra, quienes son ustedes y lo que son capas de dar. Quiero que Suden sangre sin dejar de sonreír. Pasaran una por una conforme las vayan nombrando — me senté de nuevo en la silla y comenzaron a pasar las chicas, muchas parecían confiadas y seguras de si mismas pero no les duraría mucho así que visualice a la que parecía más intimidada, la usaría a ella para poner a temblar a las demás — tu — llame a la castaña que estaba en la linea — en el centro ahora — la chica se levanto tímidamente y se posiciono en el centro de la cancha de baloncesto — nombre — decía fría
— Jess — dijo en voz neutra
— Jess — repetí — demuestra de que estas echa — la música comenzó a sonar y la chica se comenzó a mover con pasos que desconocía pero tenían buen ritmo, hizo varias piruetas haciendo un ultimo mortal sin quitar la sonrisa. Era buena, muy buena pero eso podía ser estratégico, note como el rostro de las aspirantes estaba con una sonrisa de asombro por lo que me puse de pie y me pare a su frente quedando a distancia — ¡muy bien! — Sonreí haciendo a la chica sonreír — por poco haces que me quede dormida — la chica borro la sonrisa — eso lo hacía cuando iba en primer grado de primaria, casi hiciste que vomitara con tanta vuelta ¿no tienes nada más? — mi rostro expresaba asco. La chica guardaba silencio — conozco a las tipas como tu, creen que por hacer un par de maromas de circo tienen un lugar asegurado pero te diré qué, tus truquitos de perro callejero solo harán que mi abuelo muerto salga de su tumba para llevarte junto con el y enterrar a ti y a tus pasos de baile bajo tierra donde ningún ser humano pueda ver la porquería que haces — el rostro de la chica estaba lleno de humillación y sus ojos cristalizados, la había herido. Sentí un pequeño nudo en la garganta pero lo ignore, era más importante mi trono — largo de aquí antes de yo misma te eche de este lugar — la chica camino a paso veloz a la salida soltando algunas lágrimas — ¡y no quiero que tu y tus asquerosos trucos de baile se aparezcan por aquí! — seguido de eso escuche la puerta cerrar. Voltee en esa dirección notando que Shawn y otro grupo de chicos iban entrando al lugar mirando a la chica desconcertados
— chicos nadie puede entrar hasta que acabe la prueba — hablo Trina de manera amable. Estos intercambiaron miradas, parecían haberse preocupado por la chica.

Yo no era una persona mala del todo, era vanidosa y a veces arrogante pero nunca a este grado. Pero ahora que mi nuevo legado comenzaba tenía que dejar en claro quien mandaba y quien era yo.

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