Capítulo uníco

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Había transcurrido un año desde que le confesé a Marinette que me gustaba, que no la podía ver más como una amiga, que me gustaría que fuera que fuera mi novia. Recuerdo muy sus gestos, aquellos ojo que brillaron como la luna, ella entre lágrimas aceptó, aún no entiendo por qué lloró.

Todo transcurría de maravilla, éramos la pareja más feliz del mundo. Hasta  que un día a Marinette se le metió la idea de que le contara a mi padre acerca de nuestra relación, yo no estaba del todo seguro de hacerlo, no piensen mal, no era porque me diera pena que Marinette fuera mi novia, al contrario yo quería que todo el mundo supiera que era el hombre más afortunado al  estar con la chica más linda, bella, alegre, divertida, carismática, hermosa del mundo, mi dulce y bella Bugaboo.

Yo le dije a mi novia que no todavía no era el momento para hacerlo, que necesitaba pasar más tiempo, pero ella insistió e insistió en que le contará, era lógico, ya que nos teníamos que esconder para que mi padre no se diera cuenta.

Al principio iba todas las noches a visitarla a su cuarto como Chat Noir, me encantaba cada segundo que  pasaba con ella, verla, abrazarla, besarla, estar juntos hasta el amanecer.

Pero desafortunadamente esas vistas nocturnas acabaron pronto.

Una noche cayó una tormenta eléctrica  muy fuerte en París, tan fuerte que se fue la luz en la mayoría de la cuidad, mi padre estaba preocupado, así que fue a mi cuarto para percatarse de que nada me había pasado, fue ahí donde comenzaron mis problemas.

Mi padre al darse cuenta de que no estaba llamó a la policía reportándome como desaparecido, se supone que la autoridad no puede intervenir en una desaparición hasta que no hayan pasado 48 horas, pero al tratarse de mi Adrien Agreste hijo de del famoso diseñado Gabriel Agreste la autoridad hizo caso omiso y empezó a buscarme.

Me encontraba en casa de mi novia como era de costumbre, cuando su celular empezó a sonar sin parar, ella contestó, era su amiga Alya quien le informó acerca de mi "supuesta" desaparición. En ese momento me despedí de Marinette y me transforme en Chat Noir, salí por su ventana, salte por los tejados, esquivando a los helicópteros que merodeaban la cuidad para que no me vieran, me acerque a mi casa, pero era imposible entrar afuera había cientos de policías vigilando la entrada, no sabía qué hacer, no podía entrar a mi casa, si lo hacía se iban a dar cuenta de que yo era Chat Noir, y no creo que a mi padre le cause algún tipo de gracia saber que le he estado mintiendo por casi 3 años.

Algo se me debía de ocurrir, así que salte hasta el edificio que se encontraba en contra esquina de la mansión, una vez ahí deshice mi transformación, baje por las escaleras hasta llegar a la puerta, respire profundamente sabía que una vez que cruzará esa puerta mi vida como la conocía sería peor.

Salí de ese edificio, cruce la calle, una ola de reporteros se acercaron a mi, yo los trate de esquivar, como pude llegue hasta las rejas de la mansión, donde me esperaba mi padre, cruzado de brazos y con una mirada que si fuera rayo láser, ya estaría muerto.

Una vez que que ingrese a la casa, me dirigí a su despacho, mi corazón latía a mil por hora, mis manos sudaban, mi respiración era muy rápida, sabía que me iba castigar, pero no como lo hizo.

Mi padre ingreso a su despacho, me agarro de los hombros, en su mirada podía ver la rabia que sentia, recuerdo muy bien aquellas palabras que dijo " así que te gusta salir a escondida, muy bien Adrien, te irás a estudiar a Suiza" , aquellas palabras me cayeron como un balde de agua fría.

Nathalie tocó la puerta, apareció con mis maletas en la puerta, esto no podía ser verdad, no debía, en es momento me iba directo a Suiza.

Yo me opuse, trate de escaparme, pero fue en vano , por todos lados había guardias vigilándome, mi padre me escoltó hasta la puerta de la limosina, antes de subirme me abrazo y me dijo "es por tu bien".

¿Cuál bien?

Me subí a la limosina la cual se dirigió al aeropuerto, Nathalie me escoltó hasta la puerta del avión, no había escapatoria, todo parecía a ver acabado.

Me dirigí a mi asiento, me senté, cerré mis ojos, unas lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos, era inevitable llorar, jamás pensé que mi padre pudiera hacer esto.

Sentía una enorme importancia, no sabía qué hacer, que iba a pasar con mi vida, pero sobre todo que iba a pasar con Marinette.

En mi mente me cuestionaba de que servía vivir si ya todo lo he perdido.

No tiene caso seguir viviendo si no estás a mi lado, no pudo creer lo que nos hizo mi padre.

¡Por favor Marinette, no me abandones!

¡No me olvides!

Sin ti nada puedo vivir, eres la luz de mi vida.

¡Te extraño, te necesitó!

Por favor, se los suplicó si alguien conoce a Marinette, por favor, háganle saber que la amo, que nada de lo que pasó fue su culpa, que no esté triste, pronto estaremos juntos y será para siempre, que regresare a París, la buscaré por todos los rincones de la ciudad y cuando la encuentre, prometo que nunca nada ni nadie nos volverá a separar.

Por qué para mí ella es la mujer de mi vida, mi todo.


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Hola chic@s espero que la historia les haya sido de su agrado.

Muchas gracias por leerla.

Los quiero mucho.

No me olvides {Miraculous Ladybug}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora