Día 1.

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Estaba en el café de siempre, con una taza vacía en frente de mi y una libreta a su lado en donde me encontraba escribiendo todo lo que se venía en mi mente; ideas, pensamientos, cosas que quisiera investigar luego como hacía cada mañana antes de planificar mi día. Luego de haber escrito las palabras buscar trabajo estaba a punto de levantarme cuando siento una mano dando un suave apretón a mi brazo, voltee mi cabeza a la derecha donde había sentido la presencia de alguien pero está persona se movió a la izquierda pudiendo ver un cabello castaño corto, la mano era de hombre sin duda lo era, pero no entendía nada. Cuando decidí darme la vuelta de manera completa pude ver su rostro y no sabía quien era.

Mi rostro cambio a confusión rápidamente esperando que esta persona prosiguiera a hablar pero él seguía callado con una sonrisa de diversión en los labios.

—¿Se te ofrece algo? —Fue todo lo que logré especular, tome mi bolso y mi libreta guardándola. Miro al sujeto un momento, el silencio se había vuelto parte de aquella extraña situación, sin duda era así. Miro a mi alrededor buscando una manera de irme aún pareciéndome extraño la sonrisa que su labios mantenían y sin más continuo a preguntar;— ¿Pasa algo?

—No, solo quería que el silencio creará un aspecto romántico y así nos acercamos uno más al otro, y nos besáramos pero veo que no estamos en una película —Hablaba con emoción por alguna razón aquel chico tenía una agradable actitud que sin duda provocaba una sonrisa en cualquiera como lo hizo conmigo.—¿Ves? una sonrisa, deberías besarme pero ya que estamos ¿como te llamas?

—Céline, ¿Por qué tan interesado? -Hablé con tranquilidad si darle mucha importancia a la situación, mi mente se había ocupado de entender las palabras divertidas del chico, con que se refería para ser exactos—

—Lindo nombre, solo te he preguntando tu nombre. ¿No puedo conocer a la chica que viene a este café todas las mañanas de lunes a sábado sin falta? —Me quede callada sin saber que decir, tal vez era un camarero o tal vez no, no solía fijarme en las personas que había alrededor de la cafetería—. Mi nombre es Altír.

—Ya me conoces, Altír. Espero que hayas quedado satisfecho con ya haberme conocido espero que no sepas más que no sea que vengo a este café cada día porque sería raro —Una ligera risa salió de mis labios y sin más camine fuera del ambiente dejando al chico atrás—

No entendía de donde había salido, era extraño la manera en la que apareció así como si nada. No era de hablar con muchas personas, si era mucho con mis padres los domingos y con mi amiga de la universidad por teléfono o cuando se dignaba a estar en nuestro apartamento, si, tenía solo una amiga a ella le gustaba siempre caminar y hacer nuevos amigos mientras que por otro lado, prefería estar sentada en un sitio leyendo o escribiendo alejada de todos; polos opuesto, pero eso era lo que nos hacía estar más unidas.

El tiempo en el que nos estábamos juntas parecía aparecer de golpe cuando hablaba con ella, eso era lo que me gustaba.

—Hey, hey, hey —Una voz detrás de mi se escuchaba, y sin duda la reconocí. La voz emocionada, alegre y agradable del chico de la cafetería. Me detuve y di media vuelta para poder verlo ya detenerse frente a mi.— ¿Irías a una cita conmigo?

Su voz está vez había cambiado, parecía nervioso pero a pesar de eso mostraba una sonrisa que no se podía ocultar, una sonrisa realmente linda donde mostraba sus dientes, sus labios no eran ni tan delgados ni tan finos estaba a un grosor perfecto, su nariz era normal no era perfecta pero tampoco extravagante «¿Qué piensas, Céline? ¿Estas loca? Detente.» y sin más, lo hice llevando la mirada a otro lado distrayéndome de todo lo que mi mente había creado y sin más desechándolo como si no hubiese pasado.

—No entiendo, no me conoces —Un silencio se volvió a formar, no era incómodo pero tan poco el más agradable—.

—Lo sé, para eso es la cita prometo que todo saldrá perfecto —se relame los labios ahora con una sonrisa más pequeña—. Si todo sale bien, me debes una segunda cita. Si sale mal, haré lo que tu digas por una semana hasta por un mes solo si aceptas ¿si?

Mejor que el amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora