El chico de la capa roja. (Stony Vs Winteriron)

capítulo 1

Cuenta la historia de un pueblo, en donde vivía gente muy humilde como agradable, eso sí eran muy unidos, todos solían ayudarse a los unos como a los otros.

Era un poblado muy hostil, en donde podías vivir en paz por el resto de tu vida sin ningún conflicto de por medió.

Aunque no todo lo bueno dura para siempre...

Nadie se explica que fue lo que sucedió con aquel pueblo para que acabara de esa manera, hecho cenizas.

Muchos cuentan que la gente se volvió loca y quemó su propio hogar.

Otros dicen qué uno de los aldeanos hizo pacto con un demonio muy poderoso para ser inmortal, y no morir de una enfermedad que por años lo había estado asechando.

Lo malo de todo fue que había hecho el pacto con uno, que había estado durmiendo por mil años y que lo había despertado, él le pidió varias vidas a cambio de su deseó la inmortalidad, aparté de otra cosa, ser liberado de donde estaba atrapado para así poder cumplir su deseó.

El aceptó gustoso y lo liberó, lo peor vino cuando el demonio tomo el cuerpo del aldeano poseyéndolo y traicionándolo.

Después de ahí el caos se libero y el pueblo quedó en cenizas sin ningún sobreviviente.

No se sabe cual es la verdadera teoría..

Porque no se puede comprobar...

Pues todos lo que dieron su propia versión murieron al día siguiente.

Después de ahí ya no se volvió a hablar mas del tema.

Todas las personas decidieron dejar las cosas como estaban, sin decir lo que sabían por miedo a morir, así que enterraron la historia del pueblo en el pasado y siguieron con sus aburridas vidas.

—Janet puedes dejar de espantar a los niños con esa historia— decía un hombre rubio acercándose a su castaña amiga que estaba con un grupo de niños escuchando muy concentrados la historia que les contaba su amiga.

—Que aguafiestas eres steve, solamente les estoy contando una buena historia a los niños, para matar el aburrimiento.— dijo la castaña con un puchero, al rubio que solamente rodó los ojos al ver el mohín tan infantil de su amiga.

— como sea, no puedes contarles algo mas verdadero, que no sea nada mas mitos de algo que no sabes si es verdad— decía steve reprendiendo a su amiga ya que desde hace poco estaba muy interesada en ese tema que por mucho tiempo había quedado enterrado en el pasado y sabia que si seguía así se metería en problemas con la gente del pueblo. — en fin es mejor que mandes a esos niños a sus casas, empezara a nevar mas fuerte dentro de poco—

—Esta bien— dijo ya resignada la castaña para después dirigirse a los niños — bueno chicos creó que aquí el señor lobo gruñón nos arruinó la diversión así que a sus casas y mañana nos vemos— les dijo janet con una sonrisa, para después despedir a sus alumnos.

—Es mejor que olvides esa historia janet y dejes de escarbar en ese pasado sin explicación, el cuál así se tiene que quedar, no vayas mas haya de lo permitido.— le advirtió el rubio a la castaña, una vez que los niños se habían ido.

— Y que hay de ti porque no olvidas el pasado y vives el presente steve — le contestó — ya paso mas de 7 años desde lo ocurrido y sigues sin olvidarlo.— le dijo afligida como preocupada por su amigo.

—Eso no debería de importarte, además hay cosas por mas que quieras olvidar simplemente no puedes— le dijo tratando de controlar el tono de voz y no gritarle a janet ya que no le gustaba hablar de ese tema.

—Si me importa y te digo porque — le contestó decidida, acercándose y apuntando con su dedo el pecho del rubio —porque eres mi amigo y me preocupas que clase de amiga sería si no me preocupará, tu sabes que ella no le gustaría que estuvieras así, ahogandote en tu propia miseria. — siguió hablando comprensiva para que su amigo captará cada una de sus palabras y abriera los ojos.

— lo siento, pero no puedo aunque me lo digas así simplemente no puedo olvidarlo, esto vivirá dentro de mi hasta el día en que muera— le respondió con lágrimas en los ojos negando una y otra vez.

—Entonces muere en tu propia miseria y vive como un cobarde por el resto de tu vida, estoy segura que peggy estará retorciéndose en su tumba por tu propia estupidez y testarudez — dijo janet decepcionada como enojada— y hablando lo que me dijiste de olvidar la historia de ese pueblo, no lo haré tengo la corazonada de que hay algo mas allá de lo que en realidad paso y eso nos debe interesar a todos — término de decir para ir se a su hogar sin despedirse, dejando ahí solo a su rubio amigo.

El cual se quedó ahí viendo como su amiga se iba, ya perdiéndola de vista decidió que lo mejor era irse y olvidar la conversación que había tenido con ella.

El no podía olvidarlo, lo había jurado.

Al igual que había jurado encontrar al asesino de su muerte, no descansaría hasta encontrarlo no importaba si con ello la vida se le fuera en eso, el vengaría la muerte de peggy.

Con esos pensamientos en mente se transformó en lobo y se fue a visitar como todas las veces su tumba.

Una figura femenina salió de su escondite después de ver que ya no había nadie a su alrededor, chasqueo la lengua y sus manos se hicieron nudillos por la molestia que sentía al a ver escuchado la conversación de esos dos.

No le gusto para nada que alguien tratará de hacer razonar al rubio, ella quería que steve siguiera como estaba hasta ahora, así ella lo consolaría y si seguía así estando cerca de él, llegaría el día en que steve se enamoraría de ella y vivirían felices.

Y sobre todo dejaría de ser la sombra de su hermana peggy.

Sonrió con satisfacción para si misma ante sus pensamientos, dio media vuelta caminando a la casa de su rubia perdición, lo esperaría ahí como todas las veces lo hacia, para consolarlo y estar cerca de él.

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En otro lugar..

—Tienes una nueva misión, esta vez es la zona norte, últimamente ávido avistamientos por ese lugar y necesitamos que vayas a encargarte de ello— dijo un hombre de cabello largo castaño con un uniforme negro ajustable al cuerpo y una mascarilla que cubría parte de su rostro pero lo que mas llamaba la atención era su brazo metálico.

—Entendido— afirmó el castaño de cabello corto y grandes ojos color chocolate, los cuales se verían expresivos si no fueran porque estaban opacos sin ningún brillo alguno totalmente vacíos carentes de vida.

Al contrario del otro este llevaba un pantalón café, una camisa blanca de manga larga, botas negras y una capa roja llamativa, la cual ocultaba su reactor aquel aparato que lo mantenía con vida.

Dicho eso y después de que le fuera entregado unas hojas con mas información, prosiguió a marcharse pero fue detenido de la muñeca por un brazo metálico.

Voltio a ver a su receptor para ver si tenía otra información que darle, pero lo único que recibió fue un cuidate de parte de éste que lo soltó después de decir eso y se marchó dejándolo ahí con esas palabras rondando su mente.

“Cuidate” esa palabra se le hacía familiar, alguien solía decirle eso pero no lograba recordarlo no del todo.

Dejo de pensar como todas las veces hacía, enfocándose totalmente en su objetivo, en su misión.

Así que caminó dispuesto a llegar a su destinó.

Continuará....