CAPITULO CINCO

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ADVERTENCIA

ESTE FANFI'S CONTIENE MATERIAL SEXUAL. SI ERES MENOR DE EDAD TE PIDO DE LA FORMA MAS AMABLE QUE DETENGAS TU LECTURA.

LOS PERSONAJES SON PROPIEDAD DE SU AUTOR ORIGINAL (Naoko Takeuchi)




CAPITULO 5

DARIEN

La botella de Jack esta colgando de la punta de mis dedos.

Mi teléfono esta sobre mi pecho, lo desbloqueo y la fotografía de Serena comiendo helado de chocolate brilla en la pantalla. Me gustaría comérmela a ella.

-Toma un baño -Andrew patea mi pierna que sale del sofá.

-Cierra la boca –arrastro las palabras-, necesito más Jack.

-Lo que necesitas es un baño, apestas.

-Tú apestas –suelto la botella, el mundo gira cuando trato de ponerme de pie. Carajo, maldito mundo y sus leyes. Uno no puede emborracharse en paz porque al momento de querer pararte todo se mueve.

-¿Qué sucedió con tu cita con Serena? Te vas de aquí feliz y regresas veinte minutos después con una botella de Jack, y eso fue hace tres días.

¿Han pasado ya tres días?

Siento como si ha pasado tres puñeteros años.

-No iba acompañarla, me arrepentí en cuanto la vi, joder, si la hubieras visto amigo, se veía hermosa –Serena estaba llegando al mismo tiempo que yo, me tome un momento para admirarla, sus largas piernas en esos péchelo pantalones, su delicada figura, curvas en los lugares necesarios, y ese hermoso cabello dorado que parece una cascada de miel, verla ahí con la luz del sol bañándola me aterro. Ella era tan hermosa – luego ese profesor comenzó a hablarle y ella sonreía, como un ángel, me rompí Andrew, los interrumpí y Gale de ella. Le cause un moretón.

-Tú solo te has hecho esto Darien, has convertido todo lo bueno en mierda.

No necesarito que Andrew me lo dijo, lo sé. Lo planee de esa manera. Mi madre tenía razón, estaba destinado a romper a esa creatura más dulce.

Flashes de los moretones de mis dedos en la clara piel de Serena me llegaron como metrallas.

-No puedo protegerla –cirro los ojos con fuerzas, solo quiero olvidar esas imágenes. Lavarlas con alcohol es la solución más eficaz.

-¿Cómo lo sabes? –Pregunta él- nunca lo has intentado.

-Un año Andrew, la protegí de mi mismo por un año –le recuerdo –Y a la primera oportunidad le echo daño.

-Lo que tienes es miedo, miedo de que te mire y descubra que tu madre tenía razón, que te pareces a tu padre.

-No necesitas recordármelo, lo sé bien.

-Y por eso la engañaste, la empujaste lejos, no le diste oportunidad de ayudarte.

-¡No necesito ayuda! –aulló colérico.

-Serena trato de ayudarte, te presiono tanto para que te abrieras con ella, y ¿qué paso?, el niño de mami corrió como perro asustado, no tienes los pantalones para protegerla – Andrew camina hasta donde estoy, en un pardeado rodamos hacia el suelo, con él sobre mí con sus puños aferrados a mi camisa.

-Si tan listo eres, contéstame lo siguiente. ¿Cómo protegerla de lo que soy?

Él no sabe, al igual que yo. Lo veo en sus ojos, está pensando en una respuesta clara, pero no la encuentra, ahí tanto en su mirada, pero no puede llegar a una respuesta que me satisfaga.

BESOS DE CHOCOLATEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora