Parte 33

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"Tan pronto veamos algo extraño, nos vamos."

Erick sonrió al escuchar las palabras de Joel y asintió. El mayor había dicho aquellas palabras muchas veces desde que subieron al auto esa mañana, listos para partir hacia la casa de Zabdiel, y cada vez que las escuchaba, sentía su corazón retorcer de amor.

Pronto el GPS del celular de Joel avisó que habían llegado a la dirección que Zabdiel le había enviado la noche anterior. El ojinegro estacionó el auto frente a una pequeña casa color blanco y apagó el motor.

Las manos de Joel sujetaban con fuerza la manivela del auto y su mirada estaba clavada al frente. Una mano suavemente colocada en su pierna provocó que soltara un fuerte respiro y miró hacia el lado.

Erick le dio una suave sonrisa tan pronto el mayor lo miró y ladeó su cabeza al lado.

"Joel..."

"Lo sé." dijo Joel y pasó una de sus manos por su rostro, mientras que la otra la bajó para ponerla sobre la de Erick. "Debo dejar de ponerme así, lo sé."

"Todo saldrá bien." dijo Erick y volteó su mano para unir su palma con la de Joel. "Y si no sale bien, nos iremos."

Joel suspiró y miró de nuevo a Erick. La sonrisa que adornaba el ojiverde le dio tranquilidad y con un suave apretón en la mano, se bajó del auto.

Caminaron juntos hasta la puerta y después de tocar el timbre un par de veces, la cara de Zabdiel se asomó por la puerta abierta.

"Pasen." dijo Zabdiel después de saludar y Joel hizo nota mental de cómo el chico dijo 'pasen', es decir, incluyendo a Erick.

Ambos chicos lo siguieron y llegaron a una sala de estar. Habían un par de sofás individuales y frente a ellos una pequeña mesita. Una alfombra bordada se ubicaba bajo los muebles y al lado de la mesa se encontraba el castaño esclavo, Chris, arrodillado sobre un cojín.

'Bueno, al menos le da un cojín.' pensó Joel mientras seguía a su ex compañero.

"Eh, siéntate." dijo Zabdiel y señaló uno de los sofás. "Allí hay cojines para... ya sabes. A menos que quiera que se arrodille en el suelo, no sé... cómo—"

"Un cojín estará bien." dijo Joel interrumpiendo al mayor. A pesar de que deseaba que Erick se sentara a su lado compartiendo uno de los sofás, agarró dos de los cojines y los colocó en el suelo, uno sobre el otro, al lado de la mesita.

Sin necesitar la orden, Erick se arrodilló sobre ellos y posó sus manos detrás de su espalda. La misma posición en la que estaba Chris.

"Bien, ¿empezamos?" dijo Zabdiel mientras abría la carpeta que estaba sobre la mesita. Joel asintió y juntos empezaron a rellenar los espacios vacíos del formulario.

Unos diez minutos después, Zabdiel soltó la lapicera y estiró sus brazos sobre su cabeza y soltó un gruñido.

"¿Quieres algo de tomar?" preguntó Zabdiel mirándolo y Joel asintió.

Zabdiel se volteó para hablarle a su esclavo, pero en ese momento se escuchó el sonido de unas pisadas y Zabdiel se sentó derecho en el sofá, de pronto en tensión.

Instantáneamente, Joel sintió su cuerpo tensar y sus sentidos se activaron en alerta.

"Zabdiel, debo ir a la oficina, vuelvo—" un hombre entró diciendo a la sala, pero se interrumpió al ver la cara desconocida ocupando el sofá. "Oh, hola."

"Padre, este es Joel, un ex compañero de la secundaria." dijo Zabdiel muy serio y Joel lo miró un instante antes de mirar al hombre y levantarse. Una vez de pie, extendió su mano y el hombre se acercó para estrecharla.

"Un placer." dijo el hombre dando un fuerte apretón y después de soltarlo, miró a Zabdiel. "Iré a la oficina, volveré en la noche."

Zabdiel solo asintió como respuesta y el hombre los miró un instante antes de dirigirse a la puerta y salir por aquella. Al escuchar la puerta cerrar, Zabdiel soltó un respiro y relajó su cuerpo. Joel lo miró fijo, curioso.

"Lo lamento." dijo Zabdiel al notar la manera en que Joel lo miraba. "Me relaciono muy poco con mi padre porque siempre está en la oficina. Cuando no está ahí es porque deja a su esclavo haciendo su trabajo, pero eso pasa muy pocas veces."

"Entiendo." respondió Joel corto y sintió el impulso de mirar a Erick para ver su reacción a toda la situación.

"¿Podrías ir por un par de refrescos?" le dijo Zabdiel a su esclavo y posó una mano en el hombro del castaño.

Joel entrecerró sus ojos al ver aquel tacto y vio como el castaño asintió y se levantó para luego dirigirse a una puerta que Joel suponía pertenecía a la cocina.

En ese momento, Joel sintió un suave jalón en su pantalón y luego de verificar que Zabdiel estaba entretenido en su formulario, bajó la mirada y vio como Erick le jalaba la prenda con sutileza.

Joel lo miró confundido hasta que comprendió lo que Erick quería.

"¿Puede mi esclavo ir a ayudarle al tuyo?" preguntó Joel mirando a Zabdiel y el rizado lo miró con duda en el rostro.

'Yo tampoco fiaría a Erick con cualquiera.' pensó Joel y suspiró cuando el más alto asintió.

Sin articular palabra, Erick se levantó y caminó hacia donde había escuchado que se había ido su antiguo amigo.

Tan pronto Joel vio la figura de Erick desaparecer por la puerta, su cuerpo entró en tensión y agudizó su escucha para estar pendiente de cualquier llamado de su Erick.

Pero no hubo necesidad de agudizar, porque unos minutos después, escuchó como su nombre era gritado.

"¡JOEL!" se escuchó la voz de Erick y Joel no lo pensó dos veces antes de lanzar sus papeles sobre la mesa y salir corriendo hacia la puerta de la cocina, Zabdiel siguiendo cerca sus pasos.

Al llegar a la puerta, Joel la abrió de un empujón, listo para atacar.

Claro que no esperaba ver a Erick abrazando al castaño y dando saltitos de emoción.

"Qué—" empezó a preguntar Joel, pero no pudo terminar porque tan pronto el ojiverde escuchó su voz, soltó al castaño y se lanzó sobre Joel.

"¡Joel, Joel!" exclamó Erick con los brazos sobre el cuello del mayor y Joel notó la emoción en su voz. Con sus brazos rodeó la cadera de Erick y lo apretó fuerte, tratando de calmar su respiración.

"Er—" empezó a decir Joel pero se interrumpió al recordar que habían más personas en la habitación.

Personas que en ese momento estaban viendo a un esclavo llamando a su dueño por su nombre y que además estaba casi colgando de su cuello.

"¡Son como nosotros!" exclamó Erick y se separó un poco para mirar a Joel a los ojos. El mayor entrecerró sus ojos confundido y miró como los ojitos de Erick brillaban de emoción. "¡Zabdi y Chris son como nosotros!"

En ese momento, Zabdiel salió de detrás de Joel y se posicionó al lado de Chris. Joel los miró y notó como en la boca de Chris brillaba una inmensa sonrisa.

"Son como nosotros." le susurró el castaño a Zabdiel y el rizado miró a Joel, los dos adornando la misma expresión desconcertada.

Chris estiró su mano y tomó la del más alto. Joel los miró y abrió los ojos como platos, al fin comprendiendo.

Zabdiel y Chris realmente eran como ellos.

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Espero que lo disfruten y lo siento, no puedo evitar meter Chrisdiel en mis historias.

Les amo mucho 💕

「libérame」 「joerick」 「terminada」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora