❁ 018

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Harry, el mago adolescente.
«harukana.»

🌼; resumen: Una tarde cualquiera Harry Potter encuentra a un rubio desnudo en su baño, desde ese día este no dejará de acosarlo. Harry no entiende porque le pasan ese tipo de cosas si él es bueno, hasta salvó a un gatito de ser asesinado por un perro.

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; géneros: romance. ; advertencias: mpreg (embarazo masculino). ; series: ninguno. ; capítulos: 2 ; completa: sí. ; palabras: 14742

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; preview:

Parte uno: el rescate.

Esa mañana todo había ido de mal en peor, su móvil se había descompuesto por lo que no sonó la alarma y se quedó dormido. Como su tío Remus estaba fuera de la ciudad el desayuno lo preparó su padrino, que como cocinero era un desastre así que no le quedó mas remedio que coger un yogurt a la carrera.

Como esperaba, llegó tarde y el conserje no lo dejó entrar al colegio, maldiciendo su mala suerte se encaminó al centro comercial a jugar un rato en las máquinas del Arcadia.

Pero como su suerte no podía sino empeorar, se cruzó en el camino de un rottweiler que, furioso, las emprendía contra un pobre gato.

El sentido común le decía que se alejara del peligro —y sobre todo de las poderosas mandíbulas del can—, pero el gato se defendía de manera tan desesperada que se sintió conmovido y como pudo, sin exponerse demasiado, sacó la manzana que su padrino le había obligado a llevar para el recreo y se la arrojó al perro. Esperando con ello distraerlo y que el gato tuviera chance de huir, pero el felino estaba muy desmejorado y no le quedaban muchas fuerzas para escapar.

Ofuscado y en un momento de impotencia, al ver que sus esfuerzos eran vanos, se acercó con cuidado y le habló al perro.

— Escucha, sé que estás enfadado, pero el gato no es sabroso, te lo aseguro, míralo, es una bola de pelos, además de seguro te pega las pulgas. Sé bueno y déjalo ir. No vale la pena.

El animal lo miró atentamente, como si entendiera sus palabras. Hizo un extraño sonido gutural y se marchó sin más.

Aún sin comprender lo sucedido, se acercó al gato, que tirado en la acera respiraba con dificultad, y se arrodilló a su lado.

— Vaya, amigo, por poco no la cuentas. —Estiró su mano para tocar la cabeza sangrante, pero el animalito mostró sus dientes—. Tranquilo, te voy a curar, pero aquí no puedo, debo llevarte a casa. Estás muy lastimado, si te dejo así las heridas se pueden infectar.

Tras intentar acercarse un par de veces más, el gato se dejó tomar en sus brazos y ser transportado a casa.

***

Remus, que era el que tenía algunos conocimientos de primeros auxilios, aún no regresaba, su padrino no sería de mucha ayuda, pero de todas maneras tenía que hablar con él, tarde o temprano se enteraría que tenía un gato moribundo —y callejero para más señas— alojando en casa.

***

— Es un gato —dijo el adulto, regresando su atención al portátil.

— Sé que no te gustan, pero no podía dejarlo tirado, tuvo una pelea callejera —explicó el moreno, dejando al animal sobre el escritorio de su tutor.

— Y no salió muy bien librado —agregó, el hombre de ojos azules estudiando el maltrecho cuerpecito peludo. Inopinadamente su rostro cambió de expresión y agregó con seriedad—: Hay que curarlo. Las heridas se pueden infectar.

— ¿No sería mejor llevarlo al veterinario?

— No lo creo conveniente… ehm. Son demasiadas molestias por un gato callejero.

— Es un ser vivo, amor —dijo una voz desde el umbral.

— ¡Moony!

— ¿Qué fue lo que sucedió? —preguntó el recién llegado con algo de preocupación.

— Harry encontró a este gato — El aludido no comprendió el porqué del retintín que usó su padrino para referirse al animal — malherido en la calle.

— Fue un rottweiler, Remus — explicó al profesor, que se acercó para examinar de mejor manera al animal—. ¿Me ayudarías a curarlo?

— Creo que es mejor que Sirius se encargue —repuso, leyendo la inscripción en una plaquita que portaba el gato en su collar.

— ¿Estás seguro? Sirius odia a los gatos.

— Te doy mi palabra que el gato —Ambos adultos intercambiaron una mirada de entendimiento— estará bien cuidado.

— Está bien, si tú lo dices.

***

Resultó que el gato tenía nombre: “Salem” (al menos eso ponía en la plaquita que colgaba de su cuello). Por desgracia no adjuntaba número de teléfono ni dirección alguna por lo que, una vez sano, no hubo lugar adonde regresarlo.

Harry tuvo que pedir la intercesión de su tío Remus para que ablandara a Sirius y le permitiera conservar al minino. Después de haberlo cuidado por casi un mes se había encariñado con él y no tuvo corazón para echarlo a la calle.

Parte dos: el acosador misterioso.

Han pasado casi dos años, nuestro amigo ya no es un niño, sus rasgos se han definido, le ha cambiado la voz y su mentón comienza a sombrearse con una barba incipiente.

Su padrino ha publicado dos novelas nuevas y trabaja en su próximo libro, mientras que su tío Remus sigue ausentándose de tanto en tanto para dar conferencias en distintos lugares del país.

Se preguntarán que ha sucedido con el gato.

Pues el gato…

***

Un sonido sospechosamente parecido a “fap-fap” provenía de la habitación del adolescente, no había nadie más en la casa y por eso no se cuidaba de gemir alto y claro.

—Unf… ohh… joder…

Cuando estaba a punto de acabar, una silueta de color claro saltó sobre su escritorio, junto a su ordenador.

—Saaa… leeeem. Quí… tate. Lar…go. —Con la mano libre trató de alejarlo, pero el minino permaneció inmutable, mirándolo fijamente con sus ojillos claros—. Vete, gato… fisg… —Pero su frase quedó inconclusa, en ese momento se corrió ruidosamente.

—Esto es lo más raro que me ha pasado nunca —dijo, cuando el ritmo de su respiración se calmó.

Sin embargo, dichas palabras serían puestas a prueba muy pronto...

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; link: https://slasheaven.com/viewstory.php?sid=41450

DRARRY FICSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora