La Hermana Menor _Terminada_

✨ Hermana ✨

- Murió como vivió... Sonriendo, siendo feliz, llenando la vida de los demás, sin dudar en ayudar y siempre con esa amabilidad que la caracterizaba... Siempre creí que ella no pertenecía a este mundo, que era una estrella y que en cualquier momento volvería al cielo a iluminar a los mas necesitados; sin embargo, jamas me imagine que ese día sería tan pronto.

A pesar del dolor, la mujer sonreía... No era una sonrisa de sinceridad, ni alegría; mas bien una sonrisa amarga, llena de dolor, intentando retener las lágrimas que ya muy a su pesar seguían cayendo como cascada de sus castaños ojos.

- Ya es hora -no quería dejar ir el recuerdo, pero debía hacerlo no podía seguir reteniendola en este mundo que solo le traería sufrimiento.

Se sentía de forma pésima, lo mas común cuando estás enterrando a una persona. Y ella daría lo que fuera por cambiar el lugar con la fallecida; Su princesa, Su vida, Su motor, Su mas grande tesoro, Su ratoncito, Su amor, Su cariño...

Su hija.

Melody, su pequeña niña había fallecido en una forma poco agradable... La habían matado ¿quién? Estaba en el lugar equivocado el día equivocado.

- Claro -la mujer se reincorporo en su lugar, y beso por ultima vez la caja de su hija, la cremaria y tiraría su recuerdo al mar.

Eso era lo que ella hubiera querido a pesar de su corta edad, amaba la playa y no tendría ningún problema en hacer lo que su hija le hubiese gustado.

Innumerables recuerdos vivieron a la cabeza de Teresa, la madre de Melody... Ella jugando, peinandola, haciendo que usará el horrible vestido que odiaba, sus peleas para que comiera, sus ojos llenos de brillo, sus mejillas sonrojada por el frió o por vergüenza inclusive por enojo, su sonrisa... Solo de pensar que no volvería a ver a su hija la quebraba lenta y de una manera muy torturosa.

Lo mas normal es que una hija entierre a su madre, no al revez.

Zac, su hijo mayor la sujetaba a él con fuerza, viendo la vida de su hermana en cámara lenta, ella siempre había sido como un libro abierto, no podía esconder ningún secreto por mas que lo deseara, no podía ser mala con los demás porque no estaba en su naturaleza.

Él amaba a su hermana.

Y su hermana lo amaba a él.

Algo normal entre hermanos. Zac no lloraba, su madre ya había perdido algo muy valioso.

No, no solo ella sino todos los que llegaron a conocer a Melody aunque solo sea un día, se sentía como si la conocieran de siempre, ese era el efecto que melody causaba a los demás.

Un sentimiento que ya nadie volvería a sentir, porque ella no lo volvería a causar.

- Vamonos mamá -Zac, quien la seguía abrazanda camino con ella sin soltarla.

Ya después de un rato, ella se dio cuenta que su hijo sufria, al igual que ella. Sufria en el silencio, trando de evitar causarle mas dolor a su madre. Sus nudillos blancos apretando demasiado el volante, sus ojos sin chispa viendo la carretera evitando derramar lagrimas, su labio siendo mordido reteniendo sollozos.

- Deten el auto -dijo en un susurro al darse cuenta de que su hijo sufria y ella estaba siendo tan egoista en no pensar en él; él iba tan obsorto en sus pensamientos, ni siquiera la escucho.

- Deten el auto.

- Deten el auto -poco a poco iba aumentando el volumen de su voz.

- Deten el auto.

- DETEN EL AUTO ZAC -grito ya sin poder evitarlo, su hijo exaltado por el grito de su madre casi derrapa, pero no lo hizo. Se orillo a un lado de la carretera y miro a su madre asustado.