Era una noche normal y corriente mis padres me habían mandado a la cama ya, puesto que al día siguiente tenía que madrugar, así que yo subí las escaleras a regañadientes.
Cuando estaba llegando a mi habitación vi que algo se movía en el interior y sin dudarlo entré en ella dispuesta a echarle la bronca a mi hermana por hurgar en mis cosas pero lo que vi en su lugar me dejó paralizada.
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Cuando encendí la luz vi una sombra que me miraba con unos grandes ojos brillantes. No tenía extremidades ni boca, pero escuché perfectamente como me decía:
- No digas nada, no hagas nada.
No se muy bien porqué pero no hice caso a su recomendación, así que cuando salió de la casa atravesando la pared, yo salí por la ventana y la seguí.
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No sabía cuanto tiempo llevaba caminando y me había perdido, tenía mucho frío y hacía un buen rato que había perdido de vista la sombra. Llegué a un claro del bosque, y no se bien si fue por cansancio o por miedo, pero me arrodillé en el frío y húmedo suelo, una de las peores decisiones de mi vida, puesto que en el momento en el que mis rodillas rozaron el suelo, millones de sombras como la que había en mi cuarto me rodearon en un amplio y perfecto círculo. Sentí un fuerte dolor en mi cabeza y comenzé a escuchar chillidos desesperados de gente.
Cuando vi que una de ellas se acercaba lentamente a mi cerré fuertemente los ojos, no quería ver nada de lo que pasara. Me tapé los oídos sin aguantar más el dolor y comencé a llorar y gritar.
De repente las voces pararon y el dolor en mi cabeza disminuyó un poco. Abrí los ojos y vi que me encontraba a oscuras en mi habitación, tumbada en la cama.
" Uf, menos mal, solo ha sido una pesadilla" pensé, pero en cuanto giré la cabeza para mirar al techo supe que no lo era.
Allí encima de mí estaba la sombra, la que había visto en mi cuarto. No se como lo supe pero estaba segura de que era esa.
Cuando miré al rededor vi muchas más figuras de las que solo distinguía sus grandes ojos sin pupilas flotando en la oscuridad. Volví a mirar a la que seguía encima de mí y se acercó más y mirándome fijamente a los ojos me dijo:
-Te lo advertí - y comencé a sentir que una gran fuerza oprimía mi pecho y me dajaba sin respiración. Todo se volvió oscuro y mi cuerpo liberó toda la tensión que había retenido durante las últimas horas.
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Historias De Locos
DiversosHola!! Esta es una historia que voy a escribir, en principio, con varios cuentos e historias distintas y sin relación entre sí. No voy a actualizar muy seguidamente, pero intentaré algo.