Objetivo Adictivo

Capítulo 3

Corrí sin rumbo alguno, los pálpitos frenéticos de mi corazón hacían doler mi pecho de manera dolorosa, mi respiración entrecortada y el dolor de mis piernas al correr.

A lo lejos con la tenue luz que proporcionaba la luna pude divisar una vía y ruidos de autos.

Aumente mi velocidad ignorando el dolor de mis piernas las cuales temblaban ligeramente, ya cerca de la vía pude descansar aunque sea quince minutos regularizando mi respiración procedo a sacar mi celular.

Llame al primer contacto que tengo en mi agenda.

-¿Hola?-Se escucho una voz del otro lado del celular.

-Hola, ¿Kayano-chan? Soy yo Nagisa-Respondí de forma amable, Kayano es una de mis mejores amigas y buena compañera para casi todo.

-Oh, hola nagisa ¿Sucede algo? Aún no has llegado al trabajo y dejame decirte que estamos que explotamos de tantos clientes que estan aca-Hablo de forma estresada Kayano soltando un suspiro.

-Disculpa he estado resolviendo un pequeño problema y al parecer me ha tomado bastante, ¿Puedes enviar a alguien para que me busque? Estoy realmente cansado-Pregunté con voz tímida.

-Pues claro, ya va Nakamura en camino-Respondió amable kayano ya cortando la llamada.

Solté un fuerte suspiro al aire esperando que con eso mis problemas se resolvieran, aquel alfa realmente había hecho que mi corazón se acelerase y realmente lo odio.

¿Como se atreve a acercarse a mí y violar mi espacio personal? Si me lo vuelvo a encontrar juro que le daré una buena patada en los huevos.

Mi cabello era despeinado a causa de la fuerte ventisca que hace segundos había pasado haciendo que un poco de este entrara en mi boca haciéndome escupirlo por reflejo y molestia.

-Tch como odio tener el cabello asi de largo-Solté de mala manera acompañado de algunas maldiciones a aquel alfa, no me agrada tener el cabello asi de largo pero lo mantendré así por unos cuantos años.

Una camioneta de color azul oscuro se colocó detrás de mí, ya sabía de quién pertenecía dichosa camioneta así que simplemente me dispuse a entrar por mi cuenta.

Al estar dentro de esta una chica de cabellos rubios me saludó de forma cariñosa dándome un beso en la frente.

-¿Que tal? Nacchan-Pregunto sonriente para luego hacer la camioneta andar.

-No muy bien, ¿Y tú?-Respondí apoyando mi cabeza en la palma de mi mano mientras mi vista se perdía en el vidrio del auto.

-¿Otro alfa?-Pregunto de manera rápida la chica.

Simplemente asentí a lo que había preguntado mientras soltaba otro suspiro, unos cuantos minutos de viaje y ya nos encontrábamos en el trabajo, nuestro trabajo era simple solamente teníamos que atender una pequeño restaurante.

Bajamos los dos del auto y nos adentramos en el trabajo, yo me fui directo a cambiar mi ropa para luego salir no muy animado de ahí, era hora de ponerme a trabajar y como había dicho Kayano está realmente lleno.

Me la pase de aquí para allá llevando las órdenes a los clientes y recibiendo acoso sexual de algunos, ya saben lo casual.

Estábamos a punto de cerrar hasta que un cliente de cabellos rojos y ojos dorados se adentro en el lugar.

-Nacchan, ve tú a atender a ese cliente-Me ordenó Kayano sabía de antemano que estaba exhausta yo estaba igual que ella pero trabajo es trabajo.

Me fui directo y de manera rápida a atender a ese misterioso cliente que de alguna forma se me hacia conocido.

-Buenas noches ¿Que desea ordenar?-Pregunte sonriendo falsamente, estaba realmente cansado.

-Deseo ordenarte a ti pequeño-Respondió de forma coqueta y guiñandome un ojo, aquí vamos otra vez

-Disculpe señor si no desea nada por favor retírese-Exclame de forma dura estaba harto del acoso sexual en este trabajo.

-Oh no te molestes pequeño, solamente traeme una café-Dijo el chico, yo me retiré rápidamente y fui a buscar su orden.

Coloque el café en una bandeja y fui a donde se encontraba él, ya en su mesa deposite de manera suave su café y me retire.

-Bueno nagisa nosotras nos vamos primero, cierra bien el restaurante por favor-Dijo kayano para disponerse a ir junto a nakamura.

¿Realmente iban a dejarme solo con ese extraño? Bueno no es que no me sepa defender pero también estoy tan exhausto como ellas.

Decidí no prestarle tanta atencion al asunto y esperar pacientemente para poder largarme de ese lugar.

El chico terminó de beber su café y dejó unos billetes sobre la mesa para luego irse, he de decir que realmente fue algo rapido.

Tome la taza y me retire a lavarla, para luego irme a cambiar y proceder a dejar todo bien cerrado.

Me aseguré de dejar todo bien cerrado para luego irme del lugar rumbo a mi departamento.

Al parecer había salido demasiado tarde tanto que no había nadie afuera solamente yo y la luna.

Apresure mi paso para llegar lo más rápido posible a mi departamento los lugares así de solos no me agradan y mucho menos cuando soy un omega sin marca.

A cada paso que daba sentía una intensa mirada en mí era algo que me molestaba, el eco de mis pisadas resonaban y la fuerte brisa sacudiendo las copas de los árboles le daba un ambiente tétrico y terrorífico del que ya tenía el lugar.