Conociendo a Poli

El Origen

Capítulo 18
Parte 2

¡¿Qué?!

- Pero, pero -comencé a hablar rápido-. Tú odias a los unicornios, eres un cazador y, y... Ay, siento que me voy a desmayar...

- Yo cazo por necesidad, no por deporte -dijo-. Cuando vivía acá... Encontré ese lugar y escribí sobre él.

- Wow... -no quería hablar más sobre eso, tenía mucho que asimilar.

(...)

Fingí bostezar-. En fin, tengo sueño, ¿tú no? ¿Sabes a dónde están las habitaciones? ¿Cómo encuentro la mía? ¿Mi habitación es bonita?

- Ven Poli, por acá está nuestra habitación -dijo sonriente mientras me tomaba de la mano.

- ¿Nuestra? -pregunté molesta.
- Oye cálmate, es broma. Yo dormiré en la de al lado.

Loky me llevó hasta una habitación. La puerta tenía un pequeño diamante en medio, y con la luz que entraba por la ventana, se formaba un arco iris. Era demasiado hermoso.
Sonreí inconscientemente, esa puerta me hacía feliz.

- Sabía que te gustaría -dijo Loky mirándome.

- Gracias. ¿Tu puerta que tiene? -pregunté mirando detrás de él para poder verla.

Él se movió y dejó a la vista una gran calavera en la puerta.

- Vaya... Esa habitación grita el nombre de Loky -me reí.

Él no respondió, simplemente me miraba, como intentando descifrarme, estaba... Pensativo.

Caminé por el pasillo, pensé en que quizás todas las habitaciones tenían algo especial en las puertas.

La primer puerta, tenía brillo...

- Kilian -susurré sonriendo.

- Sip -dijo Loky.

La segunda, tenía una perla roja, muy roja.

Miré a Loky-. ¿Mary?

Él asintió.

La próxima puerta, tenía un inmenso corazón con los colores del amanecer.

Sonreí-. Kira...

- Ajam -dijo Loky.

La cuarta tenía un adorno dorado, demasiado bello.

- ¿Gavin? -pregunté a Loky.

- Nop, Eros.

- Ohhh -sonreí.

La quinta tenía un circulo anaranjado con caracoles blancos.

- Esta es de Gavin -dijo Loky.

Sonreí.

Y finalmente la última puerta, tenía un alce.

- ¿Elián? -pregunté.

- Nah, es de Zero, Elián duerme en el jardín -Dijo Loky sarcásticamente.

Rodé mis ojos -. Muy gracioso -le saqué la lengua.

- ¿No entrarás a tu habitación?

- Yo... Ammm -me froté las manos-. Quería agradecerte.

- Pero entremos a tu habitación y después me agradeces y eso -dijo ansioso.

- ¿Eh? -pregunté confundida-. ¿Hay algo ahí dentro? ¿Por qué ese interés en entrar?

- Para eh... -suspiró-.  Quiero conocerte a través de tu habitación -sonrió.