Saber

Callar

Advertencias: Intimidación. Abuso de poder. Amenazas, ya saben, Fumus siendo él.

Agradezco a aliengirl por la linda imágen <3 ¡Muchas gracias!

¿Debería hacer una lista de lectura con todos estos one shot's?

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Rosemary amaba el cielo, era su refugio y su hogar; lo cuidaba y procuraba siempre ser de ayuda para mantenerlo en todo su esplendor. Ella no contaba con habilidades impresionantes que su Dios le otorgase, tampoco era alguien importante que destacase en su tarea. Ella era una ángel, una más del montón y nada más.

Pero no le importaba ser una simple ángel, le gustaba ser una simple ángel, ya que podía tener una vida en paz donde se ocupaba de sus propios asuntos sin tener preocupaciones. A Rosemary le gustaba su vida sencilla donde no hacía nada más que apoyar a sus compañeros ángeles y disfrutar del hermoso cielo que les fue regalado.

Ella no tenía que pelear, como los serafines. No tenía que vigilar, como los querubines. No tenía que seguir un orden o reportar cada cosa como Charlotte y otros compañeros. Ella podía tener una vida en paz y relajación.

Rosemary no era alguien importante, no era alguien quien era fácilmente recordable y mucho menos alguien a quien acudían por importantes decisiones u opiniones. Rosemary era, en palabras frías, el segundo plano. Era a ella a quien acudían cuando no encontraban a quien querían.

Si Egmont no podía ayudar en la biblioteca, acudían a Rosemary. Si Lasafam no estaba para ayudar en los entrenamientos, Rosemary lo hacía. Si Elwine estaba indispuesta para ayudar en los jardines, Rosemary ayudaría. Si Charlotte no estaba y debían entregarse los informes... Rosemary los entregaba.

Rosemary amaba su cielo, a sus amigos, a sus compañeros. Pero Rosemary le temía al Dios. Cosa que no debería pasar, ¿por qué temerle a aquel que les daba todo? ¿Aquel que los bendijo y quién los cuidaba? Si lo decía en alto seguramente sería vista como una vergüenza, y no dudaba que alguien se lo dijera al Dios.

Era una simple ángel, un segundo plano y una segunda opción en todo lo que acontecía en su vida, y por eso mismo aprendió a observar. Aprendió a ver, a entender y a comprender. Era perceptiva y empática; era inteligente.

Fue ella quien notó los disimulados cambios en Nadine, ella notó como la alegre y chispeante actitud de Nadine cambió poco a poco, hasta apagarse por completo, hasta no ser más que un gatito asustadizo y obediente. Hasta dejar de ser ella misma. Rosemary no se sorprendió cuando se enteró de la desaparición de Nadine.

Ella notó la transformación de Elwine; como su introvertida amiga se excluía cada vez más y más hasta aislarse por completo. Como Elwine se volvió un ser monótono e inexpresivo que solo pensaba en Nadine. Rosemay notó como el Dios comenzaba a mostrar una sospechosa preferencia hacía Elwine después de la desaparición de Nadine.

Rosemary observó como la convicción de Lasafam por formar parte del frente, como su aguerrida personalidad y deseos de proteger a sus seres queridos, desaparecían de la noche a la mañana. Notó como su amigo ahora sólo empleaba el rifle para diversión y práctica, notó como la visita del Dios flaqueó la personalidad de Lasafam.

Rosemary notaba cosas, cosas peligrosas y que nadie más parecía notar; la terrible obsesión de Egmont por el Dios, la temible cercanía de Charlotte con el Dios. Las misteriosas heridas de su ángel jefe, el constante estado de alerta de Olive, la frialdad de Tsurugigozen... La nunca resuelta desaparición de Cosmea.