III

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Laira

Esta mujer es algo rara, cambio muy bruscamente de actitud, CT me hablo de ello....creo que era... Emmm... ¿bipolaridad?, no me acuerdo muy bien, tal vez cuando estemos en un lugar seguro voy a preguntarle, espero que no se sienta ofendida por la pregunta ya que por lo que vi, se enoje de la nada y no nos ayude, lo único que quiero es que Hector descanse y coma, solo eso quiero.

-bueno, hemos llegado- dijo felizmente Verónica apuntando a una casa reforzada con barrotes en las ventanas, una puerta blindada, entre otras cosas, esto era a lo que me refería a seguridad.

-Señorita Verónica, su hogar se ve acogedor pero... ¿Es totalmente seguro? Ya que por lo visto la gente no es MUY amable por estos lugares-hablo algo preocupado Hector por que presencio minutos antes.

-Oh cariño, no te preocupes tanto en este lugar nos protegemos unos a los otros, así que no hay de que preocuparse.

-Eso espero ya que no quiero volver a dispararle a alguien otra vez- hable (obviamente mintiendo) a Verónica.

-tranquila, mi padre puede con ello es un ex-militar, así que dejale lo de las armas a el, emmm....

-Laira y Hector, tus salvadores-dije con una reverencia hacia Verónica.

-Señorita Laira dejemonos de juegos por favor- Hector se notaba un poco irritado por lo que hice.

Dicho eso Verónica toco la puerta de la blindada casa, se escucho un "Voy" al otro lado, tras abrirse la puerta se mostró un hombre de 60 años aproximadamente, este miro a Verónica para después posar su mirada en nosotros, por instinto me coloque adelante de Hector para protegerlo por si acaso.

-Verónica, ¿quienes son ellos?

-Bueno, verás, como te explico, emmm..

-Simple señor, salvamos a su hija de ser asesinada y violada por 3 sujetos, además que ella nos invito a su casa para quedarnos como agradecimiento- dios santo, la cara de este tipo vale oro en este comento.

-¡¡¡¿¿COMO???!! VERÓNICA TE DIJE CLARAMENTE QUE TUVIERAS CUIDADO Y QUE LLEVARAS CONTIGO UN ARMA, ¿EN QUE ESTABAS PENSANDO?-grito el anciano alterado.

*se prendió esta cosa*pensé, mire hacia atrás para ver si todo estaba en orden, ya que estoy casi segura que los hombre a los que me enfrente, eran de alguna pandilla o algo así; espero que mañana mismo nos larguemos de aquí.

-¡¡¡PADRE YA BASTA, NO ME DEJES EN RIDÍCULO, ADEMÁS QUE ME QUITARON EL ARMA, AGRADECE QUE LAIRA ME AYUDÓ Y NO PASO DE LARGO!!!.

-¡¡¡¿¿Y QUE TE HACE PENSAR QUE CONFIARE EN ELLOS!!!??, SOLO POR QUE TE SALVO NO QUIERE DECIR QUE ESTE OBLIGADO A AYUDARLA.

-en realidad si tenis que hacerlo- interrumpió Hector esta vez- la señorita Laira salvo la vida de su hija y por lo visto es un tesoro para usted, no se si es así pero, ¿no cree que seria justo que nos ayude tras lo anteriormente dicho señor?- hablo seriamente (mas de lo normal) Hector.

- bueno.... Pu-

-ENTONCES ASÍ SERA, Laira y Hector se quedaran a cenar con nosotros y dormirán aquí, ¡¡¡¿¿VERDAD PADRE!!??-grito enojada Verónica lo ultimo.

*ya me quiero ir de aquí, no me podre acostumbrar a los cambios tan abruptos de esta chica* pensé internamente, sin decir de mas que pase a la casa seguida por la mirada del anciano que claramente estaba molesto por lo ocurrido.

-sabes Hector, podría por lo menos decir "gracias por salvar a mi hija" pero su orgullo es mas grande- dije susurrándole a este.

-tranquila, es normal en los ex-militares que su orgullo venga primero o eso creo ¿usted que dice señorita Laira?.

The Laira InfectionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora