Lo que SI Sucedió en Ipanuma

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Al finalizar el relato Nami simplemente se quedó con una sonrisa divertida y al final solo dijo.

"Ya ves"

"HAHAHA!" Luffy carcajeó bastante divertido, Nami simplemente le apoyó la cabeza en el hombro con una leve sonrisa en los labios. Compartieron un silencio confortable durante un momento.

"Nami" dijo él, de pronto muy serio, "No me gustó su beso, ni su olor"

"Entonces, los míos si te gustan capitán?" dijo ella volteando hacia él con una sonrisa divertida, Luffy se limitó a sonreír y permitió que Nami le rodeara con los brazos, para hundirse en un delicioso beso que de verdad le gustó bastante.

Nami tomó el sombrero y lo lanzó hacia el tocador para así poder recostarse sobre Luffy en la cama. Continúo asaltando su boca, con una extrema dulzura que no le era característica, el rosar de labios húmedos y suaves mientras se probaban, mezclando besos pequeños con el suave toque de una lengua.

Nami le pasó los brazos por alrededor y hundió sus dedos en aquel cabello negro y espeso, sus uñas surcando caminos que lograban entrecortar la respiración del capitán. Satisfecha de que él estaba totalmente confortable con aquello, abandonó levemente su boca para surcar con pequeños besos el mentón, para seguir la línea de la quijada, probó con un mordisco, y la forma en la que la respiración del hombre bajo de ella se entrecortó, le indicó que un poquito más brusco era mejor.

Su boca continuó con el camino de húmedos besos y suaves mordiscos hasta llegar a la región de atrás de su oreja, inhaló sin poder evitarlo, la esencia masculina con el claro toque del olor a mar y sol en un día de verano, aventura...

Una lengua juguetona recorrió lentamente desde el cuello hasta el lóbulo y él se estremeció debajo, la aferró aún más contra sí, y cuando aquella lengüita felina se introdujo un poco a su oído casi se le escapa un alarido que logró contener muy apenas.

No entendía esa nueva ola de sensaciones, cosquillas con electricidad y algo delicioso que le recorría por el vientre y se iba acumulando dentro de él. Estaba anonadado, con los ojos bien abiertos y respirando rápido, el corazón le retumbaba igual que cuando iba rumbo a una nueva aventura.

La intriga de lo desconocido se volvía por demás, emocionante.

La mano derecha de Nami seguía trazando surcos en su cabello, la mano izquierda trazaba afiladas uñas por el pecho fuerte, trabajado, la mujer tenía que reprimir un gemido cuando las yemas de sus dedos sentían aquellos pectorales fuertes solo para quitarle el aliento cuando sus dedos navegaron sobre los firmes planos de su abdomen.

Le mordió la oreja y tironeó un poco, si, en efecto de goma, pero una sensación por demás extraña, al besar o al probar su piel era totalmente normal, solo era a la hora de estirarla que se podía notar la textura diferente.

Nami abandonó el cuello y se retiró hacia atrás para volver a besarlo.... Y su corazón se detuvo cuando lo vio allí con los ojos cerrados y una sonrisa relajada y feliz que se dibujaba en su rostro. Ella no pudo contener una cálida sonrisa... ver a Luffy... realmente relajado y disfrutando de sus caricias casi le quitó el aliento, se le llenó el corazón de un cálido sentimiento.

Sus labios bajaron hacia el pecho y su cuerpo empezó a deslizarse hacia atrás mientras la boca de la mujer recorría un húmedo camino... se detuvo en la terrible cicatriz, y supo que ni todos los besos del mundo podrían borrar el dolor y sufrimiento que cargaba... pero ciertamente podía intentarlo...

Como en automático, una de las manos de Luffy se hundió en el sedoso cabello de la navegante, y la sostuvo así suavemente, mientras su otra mano aferraba las sábanas de lino y su mente se saturaba de nuevas sensaciones.

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