Sin Tregua (yaoi)

Intruso En Casa

Serian las 12:30 cuando llego a casa, estoy muy cansado por el "trabajo" que tu ve que completar. El bastardo al verme se hecho a correr, así estuvimos todo el día como perro y gato, hasta que por fin pude dispararle en el pecho y callo como un saco de papas.

En fin, al llegar a casa me quede sorprendido pues en la puerta de mi casa se encontraba un chico sentado con auriculares puestos.

No le presto atención de seguro debe ser otro estafador de esos. Me voy bajando del auto con cuidado, antes de serrar la puerta de este tome mi maletín platinado, luego de eso Serré la puerta fuerte para ver si aquel chico se daba cuenta de mi existencia.

Fui caminando a la puerta con cara seria, el chico a medida que me acercaba a el parecía ponerse nervioso. Una ves llegue a su lado, lo mire frío y le dije...

-si buscas dinero pierdete....

Pase a su lado, el no respondió, entre en casa cansado cuando estaba serrando la puerta de calle, aquel chico puso su pie entre la puerta y el marco blindado de esta y dijo...

-no busco dinero...

Algo enojado por su perseverancia abrí la puerta de par en par, lo mire y el a mi. Nadie dijo nada por un largo rato, sera cuando me decidí hablar que aquel chico dijo algo..
-lamento llegar así, pero...

No dude un segundo en interrumpirlo...

-¿que buscas viniendo hasta aquí?

-traigo una nota que explica por que estoy aquí...

-si era por eso, la hubieses dejado en el buzón...

-el remitente ordenó que llegara directamente a sus manos...

Algo resignado le dije...

-entrega me la carta y larga te de mi entrada...

No soy muy bueno y paciente con las personas, no bajan a creer que es por ser antisocial, es solo que no aguanto a la gente alegre o que no se calla nunca. Sera por que estoy cansado, pero no tengo paciencia a estas alturas.

El chico del cual no se el nombre y tampoco me importa mucho, me entregó la carta y se fue como vino caminando.

Al recibir la carta, Serré la puerta pesada de la entrada y me fui a cambiar. Deje la carta en la mesa ratona de cristal, luego la leería.

Me fui a mi cuarto y me di una ducha corta, me puse mi pijama y como si fuera costumbre baje a la sala a sentarme en mi sofá valioso a ver la televisión.

Por alguna extraña razón me entro ganas de ver aquella carta, que por cierto, viene envuelta en un sobre rojo. De inmediato pensé al verla "¿sera de la misma persona que dijo ser mi hermano?" de inmediato me levante del sofá y tome la cata entre mis manos, dude si abrirla pero al final lo hice...

La carta decía en pocas palabras...

Querido hijo:

Se que esto debe ser una sorpresa para ti, pero no tengo tiempo para explicar lo que paso ya hace mucho tiempo.
Solo te pediré una sola cosa, el mensajero que te dio la carta deberá quedarse contigo por un tiempo, se que esto es muy raro para ti ahora pero te ruego que cumplas mis pedidos,
Te mandare mas cartas
                                            Mama.

Al terminar de leer aquella carta, la hice un bollo y la arroje al cesto de basura. Mi cabeza va a estallar si esto sigue así, primero me llega una carta de mi supuesto "hermano" y ahora una de mi supuesta "madre" pidiéndome que me encargue de cuidar al mensajero...

En eso recordé que el mensajero se había ido, corrí rápido a cambiarme y una ves listo baje rápido las escaleras del segundo piso y salí literalmente volando de mi casa.
Entre en el auto, lo entendí lo mas rápido que pude y empecé a recorrer las calles de mi pueblo buscando al tal mensajero.

Pasaron los minutos y no lo veía, "si vino caminando, no estará muy lejos" pensaba una y otra ves en mi cabeza.

Me estaba por rendir de buscarlo, cuando se me ocurrió que estaría esperando el autobús que lleva a la gran ciudad.

Me fui rápido a la estación de buses, al llegar no había nadie. Lo busque con la mirada, baje del auto y camine hasta los asientos de la parada y lo pude ver  sentado mirando el celular, me acerque a el sin hacer mucho ruido y le dije...

-si esperas el autobús, tienes mala suerte no pasa hasta mañana a la madrugada.

El chico solo me vio de reojo y en pocas palabras me dijo...

-¿que haces aquí?...

Yo algo mas calmado le dije...

-acompañarme tenemos que hablar...

Y si un día de locura se convirtió en una noche de película.