Capítulo 11.

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  ─Mamá dice que el desayuno está listo.

Alissa miró al pequeño rubio que estaba recargado en el marco de la puerta, su cabello, usualmente peinado perfectamente, se encontraba desordenado y algunos mechones caían sobre su frente.

─No tengo mucha hambre, Eilán─le dio una pequeña sonrisa a su hermano─, ¿qué le ha pasado a tu cabello?.

─Kyle dice que así las niñas no van a poder resistirse─sonrió enormemente dejando ver el hueco de su diente faltante.

─Creo que estás pasando mucho tiempo con él─frunció el ceño.

─Esa no es culpa mía, eres tu quien lo trae todos los días a casa─corrió hasta la cama de Alissa y comenzó a saltar encima─, Kyle dice que no quieres hacerlo parte oficial de la familia─la miró─, ¿por qué no lo haces?, él me agrada.

─Bueno, ¿sabes lo que sucede cuando alguien se casa?.

─Se hacen familia─siguió saltando.

─Si, pero sí me caso con él, mi apellido ya no será Saintcox, Eilán.

─¿cómo?─Eilán pisó la orilla de la cama y resbaló, pero Alissa logró formar una burbuja que lo hizo levitar evitando que se golpeara, lo recostó en la cama.

─¿Estás bien?, ¿te lastimaste?─comenzó a revisarlo mientras él negaba con la cabeza─, tienes que ser más cuidadoso, bebé.

─Ya no soy un bebé─dijo molesto─, ya tengo así de muchos─levantó seis dedos─, soy mayor.

─Por supuesto que si─respondió Alissa─, dime algo, niño mayor, todo esto de que las niñas no se resistan, ¿tiene algo que ver con Altair?.

Su hermano se sonrojó.

─No, Altair es mi amiga, sería... raro, ¿verdad?─se levantó─, baja ya a desayunar o mamá va a molestarse.

Salió de la habitación rápidamente haciendo que Alissa se riera.

Leyla y ella habían hablado al respecto después de haber visto jugar a sus hermanos.

─La forma en la que se miran no es normal─había dicho la mayor de los Orwell.

Alissa, por otra parte, se había limitado a encogerse de hombros.

Bajó las escaleras con cuidado y llegó hasta el comedor de la mansión.

─Buenos días, cielo─Will le sonrió al verla llegar─, han tardado bastante allá arriba, ¿algo que debamos saber?.

Eilán miró a su hermana y negó disimuladamente.

─Nos hemos entretenido jugando, lo siento─sonrió─, ¿los abuelos regresan hoy?.

─Si, ya se comunicaron, van a llegar por la tarde.

─Me alegro tanto de que Honorat y Faina hayan decidido tomarse un respiro de Scarlervart, lo necesitaban después de todo lo que han pasado─Sarah y Will acomodaron los platos en la mesa.

─Ojalá que la abuela traiga dulces─dijo Eilán mientras comenzaba a pinchar sus panqueques.

─Se supone que no puedes comer dulces─Alissa intentó contener una sonrisa al oír a su madre.

─Si, es cierto─el rubio miró nerviosamente su plato─, yo no como dulces, ni siquiera tengo escondidos en mi habitación.

Sarah enarcó una ceja mirando a su hijo pequeño mientras Will sonreía disimuladamente.

Destino: El talismán.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora