19:19/ 7 de abril: 2040

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Al captar tal información me quedo en shock y actúo sin pensar, intentando huir de las verdades que nunca gustan escuchar. Siento un nudo en mi garganta impidiéndome respirar, y con lágrimas en los ojos, salgo de la casa para poder coger algo de aire corriendo sin ningún destino. Noto la presencia de David detrás de mí, pidiéndome que deje de correr pero me da igual todo ahora, mi madre está viva yo misma la he visto irse a trabajar esa misma tarde, era imposible. ¿Robots? ¿Milots? Yo no veo nada por las calles. Entonces empiezo a ver en la distancia casas quemadas, otras destruidas, otras en llamas y algunas pocas que podríamos definir como intactas.

Paro en seco mirando mi alrededor, los restos de Londres. Ensancho los ojos al máximo, no me había imaginado una imagen como esta y sigo dejando que caigan mis lágrimas de desesperación y dolor.

Noto unos brazos rodeándome en silencio. A veces no hace falta hablar, en momentos como este no. David no me suelta en ningún momento dejándome desahogarme y acabar de asumir donde me encuentro.

No sé cuánto tiempo pudimos estar parados mirando nuestro alrededor pero al llegar a casa le confesé:

- Cuando me hablaste de ellos y de la invasión que estaban haciendo, te creí aunque pareciese una locura, pero no me imaginé que todo podía llegar a estar así. ¿Dónde estaban los milots al salir? ¿Y la gente? ¿A caso queda alguien vivo a parte de nosotros dos?

-En la calle no has visto a nadie porque los pocos que quedan con vida están en sus casas refugiados, ya que, aquel que pasee por las calles de "Lostor Fornt" será asesinado, otros tuvieron la suerte de conseguir huir antes de que ya fuese imposible. Hemos tenido suerte de no habernos encontrado con ninguno al salir. Tenemos ventaja al vivir a las afueras pero aun así Vero, siempre que salgamos tendremos que haberlo decidido antes.

Voy a responderle cuando continúa explicándome:

-Aunque no me lo hayas vuelto a sacar sé que lo de tu madre ha sido muy impactante y doloroso, ya lo viví contigo anteriormente. Estuve investigando como poder volver a juntaros. Tenemos una máquina del tiempo robada, tiene que ser posible de alguna forma. Y la he encontrado, solo que si te encuentras con ella en el pasado todo volverá a ocurrir en tu tiempo, en cambio si te quedas aquí no pasará jamás, todo habría sido como una especie de error ¿entiendes? y lo que he pensado es que cuando todo esté arreglado traerla al futuro al igual que has hecho tú viniendo.

-Todo esto es muy complejo, pero creo que lo entiendo. - Le contesto analizando lo que me acaba de explicar.

- Esto es un ciclo y cuando sucediese en el pasado, se destrozaría el tiempo pasado y el futuro también lo estaría y no quedará ninguna solución para salvar todo. Pero esto será tú decisión, tú eliges que hacer.

Estuve meditando durante la noche sobre toda la información. Había una invasión de robots, yo lo tenía que arreglar, mi madre estaba muerta pero podía salvar la del pasado. No había más que pensar, haría todo lo que estuviese en mi mano por mi madre.

A la mañana siguiente, bajo a la planta baja y al ver a David frente a la mesa con un desayuno completo, no puedo evitar ensanchar una gran sonrisa.

-Muy buenos días señorita. ¿Cómo has dormido? Ticky te ha preparado el desayuno con toda tu comida favorita, espero que disfrutes.

- ¡Buenos días señorita Verónica! Espero que sea de su agrado todo lo que le he preparado. No todo lo teníamos en la néverdes listo para servir ¿sabe? -Me dice con bastante entusiasmo Ticky.

Frunzo el ceño al oír esa palabra y pregunto:

- ¿Néverdes...? Supongo que te refieres a esa despensa.

- ¿Decía algo señorita?

David empieza a reírse y me dice:

-Las cosas han cambiado bastante Vero. Esa despensa como dices, también mantiene la comida en su punto y tiene el nombre que nuestro compañero Ticky ha dicho, néverdes. Ya te acostumbrarás a estas cosas. Esto es genial. No sabes lo feliz que me hace tenerte aquí conmigo otra vez.

Cuando pronuncia esas últimas palabras no puedo evitar sonrojarme así que pregunto rápidamente:

-Bueno, ¿y hoy que vamos a hacer?

-Quiero enseñarte como está Londres actualmente, quiero que veas a que vamos a enfrentarnos.

Después de que me explicase qué haríamos estuvimos charlando tranquilamente mientras desayunábamos juntos.

David me estuvo explicando que cuando seguía con vida en el futuro, estuvimos fabricando túneles subterráneos para poder ir a los lugares principales sin ser vistos. Así que cogimos el primer túnel, el que se encontraba en el sótano y nos dirigimos al centro de la ciudad, donde se reunían los milots para asesinar a los ciudadanos que no siguiesen sus normas. Llegamos saliendo a la superficie mediante una rejilla, seguidamente fuimos sigilosamente a escondernos en unos matorrales. Pude ver con claridad que estos robots no eran máquinas con movimiento sino personas con un mecanismo en cambio de un cerebro. No tenían sentimientos, simplemente seguían unas órdenes. Me estuve preguntando como podían ser tan reales físicamente así que, con miedo de saber la respuesta, le pregunté a David en un tono lo suficiente bajo para que solo me escuchase él:

-Son...Son como personas. ¿Cómo están formados?

-No quieres saberlo, te lo aseguro.

-Son...

-Son cadáveres, sí.

La Futura CatástrofeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora