once

67 6 1
                                    

Giselle POV.

"¿Qué está sucediendo?" Pregunto caminando fuera de mi habitación.

"Hay un intruso." Dice Justin y mis ojos se abren ante la noticia.

"Lo atraparon?" Pregunto.

"No estoy seguro, tenemos que esperar dentro de tu habitación." Él dice llevándome de vuelta adentro y cerrando la puerta detrás de él con seguro.

"Qué si alguien está lastimado o necesita ayuda?" Pregunto preocupada.

"Mi trabajo es protegerte. No te dejaré y tampoco dejaré que te vayas." Él dice caminando hacia mi mostrador y agarrando el control remoto que apaga mis persianas.

"Justin-" Digo y él sacude la cabeza.

"No puedo y no dejaré que te pase nada. Tienes una de las habitaciones más seguras del castillo e incluso si no la tuvieras, pelearía mucho antes de permitir que te toquen." Él dice volteándose hacia mí.

"De acuerdo." Digo dándome cuenta de que esto no llegaría a ninguna parte.

"Has estado ignorándome." Él dice una vez que estamos calmados.

"Realmente estás diciendo eso ahora?" Pregunto.

"¿Por qué no? ¿Cuándo más podría? Te has asegurado de que no estemos solos y cuando lo estamos ni siquiera me miras." Él dice acusatoriamente pero no equivocado.

"¿Por qué estas tan asustada de estar a solas conmigo? ¿Crees que intentaría algo que tu no permitieras? ¿Te asusta hacer algo que sabes que no deberías?" Él dice sentándose en una silla cerca de mi cama.

"No me asusta estar cerca de ti. Ni siquiera sé de que estás hablando." Miento.

"¿Por qué evitas el beso? Sólo pasó." El dice y me burlo.

"Te dije que no te acostumbraras." Yo digo.

"Sí, lo sé. Eso no significa que haya pensado que lo decías en serio." Él dice cruzando sus brazos. Sus biceps se ven apretados en su camisa de vestir de manga larga negra ajustada y muerdo mi labio. Miro lejos tomando mi celular para ver la hora.

"Toma mis palabras con más seriedad la próxima vez." Murmuro.

"Sí princesa." Él dice amargamente y permanece quieto. Arrugo mi frente sabiendo que no está contento conmigo.

Él levanta su teléfono y llama a seguridad. Les hace saber que estoy a salvo y nuestra localización.

"¿Cómo está tu mandíbula?" Pregunto rompiendo el silencio.

"Deja de intentar charlar. Ni siquiera te importa." Él dice y me devuelve su tono. Sus palabras duelen y me mantengo tranquila mirando hacía abajo en mi regazo.

Es lo que merezco. Lo lastimé. Él sólo está haciendo lo que le pedí. Mantenerse lejos.

"Iré-iré a usar el baño." Digo y él se pone de pie.

"¿A dónde crees que vas?" Le pregunto.

"Me han entrenado adecuadamente en caso de que algo como esto pase. No estoy autorizado para dejarte ir a ningún lado." Él me explica con un tono serio.

"Él baño está dentro de mi habitación. No iré a ningún lado." Digo.

"Esas son ordenes. ¿No eres tú la que ama seguirlas? No me detengas de hacer mi trabajo." Él dice y giro mis ojos.

Camino a mi baño y él camina detrás de mi. Él enfrenta la puerta y yo suspiro.

"Esto es tan extraño. No puedo hacer pipí enfrente de ti." Digo.

"Finge que no estoy aquí." Él dice encogiéndose de hombros.

"Porqué eso ayuda." Digo y no puedo evitar que mis ojos vayan a su cu*lo. Él tiene uno muy agradable.

El suspira antes de sacar unos auriculares y sonrió. Él se los coloca y sigo en mi negocio. Cuando termino toco su hombro gentilmente y se da la vuelta.

"Vamos." Dice y asiento con la cabeza volviendo a mi habitación.

"Tenemos que sentarnos ahí abajo." Él dice apuntando a mi grande escritorio y asiento. Es parte del proceso, incluso si nunca he estado viva para hacerlo antes de esto.

Me arrodillo y escondo en silencio y él también lo hace. Nuestras piernas presionadas a nuestros pechos, nos mantenemos quietos por un par de minutos.

"No escucho nada." Digo y ahí es cuando mi estómago comienza a girar. Es extraño, siempre hay ruido en el castillo pero ahora está en completo silencio.

Por una vez, estoy aterrorizada de escuchar cualquier cosa. Intento lo mejor de mi por controlar mi respiración y Justin me mira dándose cuenta de que esto esta apenas pegándome.

"No te asustes, estoy aquí." Él dice y pongo una mano en su brazo. Él aclara su garganta, no esperando mi toque y quita mi mano. Estoy decepcionada, pero en el segundo que está fuera, estira su brazo y lo pone a mi alrededor.

"Nada va a pasar, todo esto se acabará pronto." Él dice tranquilamente. Su mano frota mi brazo gentilmente y entierro mi cara en su pecho.

"¿Cuánto durará esto?" Pregunto sintiéndome sacudida.

"Hasta que consiga un mensaje claro de alguien." Él dice y asiento con mi cabeza.

"¿Por qué no estás asustado?" Le pregunto.

"No puedo estar asustado, fui entrenado para no estarlo. Estaré justo aquí hasta que todo esto termine y te puedo prometer que nada malo te pasará." Él dice y hace algo que no esperaba.

Él gentilmente presiona sus labios en mi frente. No respondo pero hundo mi cara más profundo en su pecho.

Él saca su teléfono de su bolsillo para revisar las alertas y hay un mensaje de parte de los jefes de seguridad diciendo que no nos movamos. Cierro bien mis ojos tratando de borrar el mensaje de mi cabeza y él suspira apagando su teléfono.

"Parece que estaremos aquí por un rato." Dice y gentilmente frota sus dedos en mi espalda.

"¿Te sientes segura?" Me pregunta.

"No lo sé." Respondo y toma mi mano.

"Mírame, confías en mi?" Él pregunta y lo miro.

"S-sí, confió en ti." Digo y él me trae de nuevo a sus brazos.

"Entonces tienes que saber que no dejaré que nada te pase." Él dice. 

Personal Servant | Spanish VersionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora