Día 4 ; Besándose.

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A Daniel una vez, le preguntaron cuál era la mejor sensación que probó en su vida. Daniel sólo respondió "los labios de JiHoon."

Besar sus mejillas ya era un deleite.

Tocar con sus labios la tan delicada piel, le encantaba. Aún más cuando su rostro estaba un tanto sonrojado por las muestras de afecto y no podía evitar sentir como su mejilla estaba más cálida de lo habitual.

Era tan increíble como cuando la comisura de sus labios tocaba la suavidad del cuello que poseía JiHoon, provocando tan lindos quejidos que salían de su garganta.

Pero, todo aquello quedaba corto si lo comparamos con sus labios.

Tan delicados, tan cálidos, tan deliciosos.

Eran la definición exacta de perfección.

De por sí, ya adoraba a JiHoon sólo por existir. Cuando probó el adictivo sabor de sus perfectos labios, logró que amara cada parte de su persona.

Ese día, Daniel llegó temprano a casa, encontrándose con su bonito novio en la habitación, comiendo un delicioso pollo frito que seguro había encargado por teléfono, viendo la televisión que sólo mostraba un programa de animales.

Sonriendo al encontrarse, no tardaron en unir sus labios con amor, deseándose una bienvenida con el simple mirar que se dedicaron antes de la unión.

Un tan precioso roce, moviendo sus labios con tanta delicadeza que provocaba un precioso escalofrío que pasaba por sus espaldas, logrando que sus corazones latiesen en armonía.

Los suaves belfos que JiHoon presumía, un tanto salados por la comida antes digerida, sabían tan deliciosos como siempre, estando con el sabor ya de la comida, como por el sabor natural de su pequeño, encantando al mayor.

Separaron sus rostros por un par de segundos, sonriendo tal como antes cuando los orbes de ambos brillaron, no resistiéndose y pegando sus labios otra vez, como si de una necesidad se tratara.

Aunque, para ellos besarse sí que era una necesidad.

19 días con tu otp ; NielWink.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora