Saigai ni Michi (Camino al Desastre )

Capitulo 1 - La llegada.

Jueves 16 de Abril de 2015

Era en un sitio cálido, al fondo se podía llegar a notar como había cascadas de lavas, la tierra totalmente negra y sin vida que yacía en esa zona, no había ni una sola alma, un gran silencio, con el único sonido que se escuchaba era un río de lava cercano donde se podía ver fragmentos de roca ir yendo a algún sitio que nadie podía llegar a saber donde podía parar.

      Al fondo se podía apreciar montañas y colinas de gran altura, del mismo color que la tierra, un negro tan oscuro donde la única iluminación era esa lava que pasaba por ahí.

      Allí me encontraba yo, en medio de la nada. lo último que recordaba era estar hablando con un amigo por el móvil, y de repente, despertarme tirado en el suelo y encontrarme en aquel lugar. Apenas se podía respirar, era una sensación asfixiante, como si te llegasen a apuñalar los pulmones con algo. En el momento que me puse de pie, llegaba a notar hasta el suelo caliente, me quemaban las plantas de los pies. 

      Supe en ese mismo instante, que esa sensación no era algo de un sueño normal y corriente. Miré mis manos o a los lados por si se veía algo borroso, ya que algo que leí hace tiempo, es que al estar dentro de un sueño, verías todo borroso, pero no, no lo estaba. La sensación, el tacto, la temperatura... Todas esas sensaciones eran muy reales como para que fuese uno.

      «¿Qué es este sitio? ¿Cómo he llegado aquí?», dije con temblorosa y con miedo mientras seguía mirando a los lados de ese lugar. «¿Es que esto es el infierno? Acaso... ¿es que he muerto?»

      Temblé más por llegar a sentir aquella sensación de tener la posibilidad de haber muerto. ¿Es que me dio un ataque? ¿Comí algo que me haya hecho estar tan mal llegando al punto de morir? No, no tenía ningún sentido. Sabía bien que estaba hablando con aquel amigo y estaba en perfectas condiciones, tirado en la cama mientras estaba con el móvil. Algo raro estaba pasando y la desesperación me estaba consumiendo.

      Decidí pasear por ahí, mirando a los lados a pasos cortos, no sabía si algo aparecía, si había alguien que me había traído o incluso todas aquellas narraciones sobre demonios eran ciertas o solamente mentiras, no tenía ni idea y solamente recordarlo, me daba más miedo en el cuerpo.

      Seguí en mi camino hasta que de repente noté una vibración en el bolsillo trasero de mi pantalón. Di un pequeño salto porque creía que era algún tipo de bicho o criatura que podía haberme atacado, pero no, sorprendentemente era mi móvil. Había recibido un mensaje de aquel amigo.

      ¿Cómo era posible? ¿Acaso entonces todo esto es falso? No tenía ni idea, pero, lo primero que hice viendo que tenía el móvil, fue ver la hora. Era tan solo hace unos minutos idéntico a la que yo estaba en mi casa. Podía ser todo falso, pero no lo parecía, solo había pasado unos minutos desde que llegue a este sitio. Fui a ver el mensaje que recibí y el mensaje no es que fuese de antes, no, era de ahora.

      «¿Juan? ¿Estás ahí?» 

      «¡Eri! No sé si recibirás esto o no, ¡pero estoy en un sitio muy raro, creo estar en el infierno o algo así!», le mandé sin saber si él recibiría mi mensaje o no, pero, sin saber como, el mensaje le había llegado y leído.

      «Tío, ¿Dónde te habías metido? ¿Y de qué hablas? ¿Cómo vas a estar ahí?»

      Le envíe una foto de la cascada de lava que se podía llegar a ver al fondo, aunque, mi cámara no fuese muy buena, se podía llegar a ver los detalles que estaban ahí como la lava cayendo o algunos otros elementos de la zona. «¿Cómo que no? Mira esto...»

      «Juan... no veo nada, la foto está en negro.». Extrañado, le envíe otra foto, pero esta vez más al río de lava que tenía cerca y usaba para saber por donde estaba caminando, ya que este si que estaba más iluminado y más cerca, así que no creo que hubiese ningún problema de que la foto se viese oscura. «Dime que este si lo ves...»