En la mañana siguiente me encontré con Óscar fuertemente abrazo conmigo, en su rostro reflejaba felicidad. ¿Qué fue lo que pasó aquí?
- Buenos días – comenté cuando él abrió los ojos y me encontraba frente a mi campo de visión un par de ojos color café que en mi juventud tanto quería
- Buenos días – hablo acercándome más a él
- Preparare el desayuno – comenté mientras me incorporaba, pero me empezó a doler la cabeza por lo cuál me tumbe en la cama – Mi cabeza
- Eso es lo que pasa cuando eres mal influenciada
- Solo quiero que no me duela la cabeza...
- ¿Qué te parece si nos quedamos a dormir todo el día? – comento riendo
- Tengo que...
- Hoy es tu día libre – comentó
- Lo recuerdas – comenté en con una sonrisa
- Todos los domingos te tengo que soportar ya que es tu día libre
- Vale se al menos un poco cariñoso
- Sabes que no lo soy
- Me gustaría que lo fueras
Después de ese día algo cambio, me pasaba a recoger a mi trabajo y terminamos destruyendo parte de nuestro departamento.
En la boda de Fabiola y Elías fuimos como una pareja, si eso era lo éramos, aunque nunca me lo preguntó. Yo atrapé el ramo y me sentía feliz con él. No podía ocultarlo, me había enamorado, cómo tiempo atrás lo estaba.
- No puedo creer que ahora mismo los este viendo sin que se terminen matando mutuamente – Comento Angelica en cuanto llegamos a la mesa
- Pues déjame decirte que hasta ahora me he portado bien – Su sonrisa fue a lo único a lo que le preste atención durante toda la noche
- Lo creeremos cuando lo veamos – dijeron al unísono
- ¿Tan mala fe tienen ustedes de mí? – cuestiono indignado
- Sinceramente y sin ofender... pero no creo en lo que tienen – siendo totalmente sincera comento Ariana
- Yo pienso que si de verdad nos queremos esto funcionará – Comente mientras lo defendía de mis amigas
- Saben chicas, por un momento mejor las dejo... antes que me lancen la silla – Con este comentario él se fue a platicar con un grupo de amigos en la otra mesa
- Diana... Sabes cómo es – Habló Dana - Yo no confió totalmente en el y lo sabes
- Pues le quiero y sinceramente espero que también me quiera...
Así paso el tiempo, yo no tenía a alguien más y esperaba que él no, pero me equivoqué.
Un día que él tenía sesiones fotográficas y yo me sentía fatal en el trabajo no le avise que llegaría temprano al departamento. Entrando veo una escena que no esperaba, estaba con una chica y no solo platicando.
- Óscar – susurré captando su atención
- Diana – soltó el rostro de aquella chica que tenía entre sus brazos y prosiguió a acercarse
- ¿Quién es ella? – cuestionó la chica
- Podrías dejarnos a solas – le pidió a la chica, la cuál salió ofendida, azotando la puerta
- Déjame explicarte – pidió
- No tienes que, nosotros al fin y al cabo no somos nada – dije con la voz rota y era cierto; oficialmente nunca me lo pidió
- Diana yo
- Déjalo así – comenté dirigiéndome a mi habitación
Trate de evitarlo la mayor parte del tiempo posible, él hacía lo mismo. Solo coincidíamos de vez en cuándo. Aunque después de eso debí de haberme ido, no lo hice; una parte de mi le quería y esperaba que él también me quisiera.
Cariño...
¿Podemos hablar?
Recibido a las 7:00 Pm.
Visto a las 8:59 Pm
No y por favor déjame dormir
Enviado a las 9:00 Pm
Visto a las 9:00
Lo siento L
Recibido a las 9:01 Pm
Visto a las 9:03 Pm
Ya es muy tarde, ahora estoy enojada y no quiero después arrepentirme de lo que te pueda decir, adiós.
Enviado a las 9:05 Pm
Visto a las 9:06 Pm
Bueno, adiós...
Recibido a las 9:08 Pm
Visto a las 07:00 Am
Nuestro grupo de amigos le envío varios mensajes de texto por medio de mi chat, los cuales después me di cuenta había leído cada uno de esos. Todo pareció que ayudaba a alejarnos más mutuamente. Teníamos apodos, los cuales cambió; al igual que los colores de chat.
Eres un idiota
Hola ***
Y muchos más...
Mensajes borrados.
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Departamento 52
Teen FictionHistoria corta. Óscar y Diana; un par de amigos que terminan compartiendo el departamento número 52. Desde la preparatoria sus caminos se encontraron, pero solamente eran amigos. Enamorándose de la compañía del otro con el paso del tiempo. Pero no t...