Parte 4

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Al no ver ningún intento por parte de él, acepte la invitación de Mario a una cita, que me insistía desde la última vez que me acompaño hasta mi departamento. Cuatro meses había pasado desde aquella vez.

- Saldré esta noche – a pesar de todo aún teníamos pláticas a fuerza

- ¿Quieres que te acompañe a algún lugar? – cuestionó

- No, no... de hecho saldré con Mario

- ¿Mario? – pregunto si entender

- Si, mi compañero de trabajo que varias veces me ha acompañado hasta aquí

- Ah ya ... el pretendiente

- Sí y es una cita

- Pues suerte en TÚ CITA – levantándose furioso de la mesa se fue a su habitación y no me habló después de aquello

Después de unos meses de salir en plan novios me pidió matrimonio. La propuesta que acepté. Desde hace días observé a Óscar diferente, empezaba poco a poco acercarse, cómo antes.

***

Después de una llamada de cancelación a la cita por parte de mis amigas decidí regresar al departamento, me fui desvistiendo, conforme me acercaba a mi habitación, pero el cierre de quedó atascado justo cuando me quitaba el vestido por los brazos. Quedándome inmóvil escuche un carraspeó a mis espaldas.

- ¿Te puedo ayudar? – se ofreció

- Por favor – hablé avergonzada, imaginando la cara de risa que tendrá en su rostro. Pasando sus manos por mis hombros me ayudó a quitarme el vestido floreado con fondo blanco que había escogido para la reunión con mis amigas.

- Listo – hablo tendiendo hacia mi el vestido

- Gracias – hablé aceptándolo

- Pensé que irías con tus amigas

- Me llamaron diciéndome que mejor otro día – aclaré – pensé que no estarías

- Si, mis padres quedaron en llamarme

- Vale... me voy a mi cuarto – me despedí. Volteando en dirección a mi habitación, él tomó mi mano derecha y de detuvo

- Espera – pidió

- Si – dije viéndolo a los ojos

- Yo quiero... quería decirte que...lo que te quiero decir es que... – un sonido se hizo presente, su celular empezó a sonar y aprovechando me aleje

- Después me dices – me despedí, Asistiendo sacó su celular y contestó

- Hola mamá, si yo...

No espere que me volviera a detener. Está sería nuestra última semana compartiendo el departamento y después yo me iría. Ya todas mis maletas estaban hechas y el boleto de avión reservado; no tengo motivos para quedarme. Dejando mis cosas en la mesa cerca de la puerta de mi cuarto me metí a la ducha.

Al salir escuché una voz desde el otro lado de la puerta.

- Diana ¿Podemos hablar? – cuestionó Habiendo la puerta

- Estoy ocupada

- Quiero que hablemos

- Ya, pues si me permites debo de arreglarme para ...

- Te quiero – me interrumpió

- ¿Qué? – pregunté - ¿Es una broma? – añadí

- Te quiero, eso era lo que quiero decirte desde hace días y no he encontrado la manera de hacerlo

- Óscar me voy la próxima semana

- Lo sé

- Y ¿Por qué ahora?

- Por qué no quiero dejarte ir

- Espere que... – me interrumpió dándome un corto beso y abrazándome

- Perdón por no haberme dado cuenta antes

- Óscar te estás mojando – comenté en un tono de risa mi cabello aún estaba mojado

- No me importa – volvió a hablar para después besarme

- Óscar – dije riéndome - Para – hablé – ya hemos vivido esto, mañana te olvidarás de esto y me terminarás rompiéndome el corazón

- Era por qué tenía miedo a arriesgarme

- Será mejor que te vayas – hablé separándome

- No quiero irme – se quejó

- Quiero que te vayas – exigí

- Diana...

- No, Óscar te terminarás olvidando de lo que pasó y no quiero terminar ...

- Te amo – interrumpió

- Mario me pidió que me casara con él – en cuanto escuchó aquello su mirada cambió

- ¿Qué? – pregunto sorprendido

- Y dije que sí – añadí

Con una sorpresa y sin más que decir se alejó, sin volverme a ver a los ojos, solo se fue. La cita que tuve con Mario fue tranquila, evité decirle lo que sucedió con Óscar.

- ¿Estás bien? – cuestionó

- Si – respondí

- Es urgente es como si tu mente estuviera en otro lugar – añadió

- Perdón

Hablamos de nuestra mudanza a otra ciudad, al ser transferido en el empleo era una oportunidad única. Al comprometernos yo me iría con él y nos casaríamos allá. Después de todo ahí era mi ciudad natal y me encontraría con mi familia.

Todo esto ha pasado en dos semanas, al llegar al departamento me encontré a Óscar viendo televisión, no lo interrumpí; solo me dirigí a mi habitación, me cambié y arreglé para dormir. 

Departamento 52Donde viven las historias. Descúbrelo ahora